TENIS | MASTERS Y WTA 1.000 CINCINNATI Alcaraz sufre un KO en diferido en Cincinnati
El excéntrico francés vuelve loco al español en la reanudación de su duelo en Cincinnati y le inflige su segunda derrota seguida tras la de la final olímpica.
El recientemente proclamado subcampeón olímpico volvía a pista con un set en el zurrón, pero también con un miniquiebre a favor de Monfils, verdugo en primera ronda de un Popyrin que la pasada semana se hizo con el trono de Toronto, aún un tenista peligroso, 46º del ranking, a sus 37 años. Lo demostró llevando el pulso al tercer y definitivo set en la reanudación, en la que dejó alguna de sus excentricidades (o recursos, según se mire) y aprovechó el espesor inicial de Carlitos.
Mientras el danés Rune, potencial rival de ambos, que sí pudo completar su partido el jueves, descansaba, español y francés se cargaban las piernas con casi dos horas más de tenis. El contratiempo le salió caro a Carlos, porque Monfils no iba de farol y perseveró en la última manga. Quizá contagiado por el espíritu lúdico que ha hecho célebre a Gael, se complicó la vida en el tercer juego con un gesto incomprensible en un smash y un par de golpes malos que entregaron el break a su oponente. Poco a poco le iba atrapando en su red, envolviéndole en una maraña de dejadas, cortados, liftados, aces, el saque y red como alternativa de emergencia... El repertorio completo, el ‘show Monfils’, que terminó provocando la erupción de Carlos.
En una imagen poco habitual en él (por no decir inédita) y tras escapársele un 0-30 con algún infortunio cuando intentaba recuperar la rotura a renglón seguido, estampó su raqueta repetidas veces contra el cemento de la pista central. Entre algún abucheo y el warning de Adel Nour emprendió camino al banquillo. Dispondría al volver de otra opción de break que tampoco materializó ante un Monfils que empezaba a invertir todos sus esfuerzos en el servicio. Dio resultado. Abriendo ángulos consiguió los cuatro puntos que necesitaba en el décimo juego y sometió a la fiera en la que es su cuarta victoria en 44 partidos ante jugadores ranqueados dentro del top-3, la primera desde que batió a Medvedev en 2022 y la primera contra Charly, derrotado por segunda vez consecutiva tras caer en la final olímpica ante Djokovic.
Algo que no le ocurría desde febrero, cuando cedió en las semifinales de Buenos Aires y acto seguido en su estreno en Río. Un golpe que calificó como “el peor partido” de su carrera en rueda de prensa. Carlos fue finalista en Cinci en 2023 y por tanto se dejará 590 puntos, los que hay entre los 600 que sumó entonces y los 10 de ahora. La amenaza a su tercer puesto en la lista se reduce a que el alemán Zverev, que superó a un combativo Carreño (7-5 y 7-6(6)) gane el torneo; la nota positiva, que llegará más descansado al US Open.