Tchouameni es transparente

Su bajón en defensa preocupa en el Madrid: sólo ganó el 25% de los duelos y recuperó menos que Valverde y Modric. Brotes verdes con balón.

Sergio López de Vicente
As
Sin balón, Tchouameni no está bien. Frágil, quebradizo, incluso descolocado por momentos. Un bajón que se refleja en los números y multiplica en las sensaciones. En Gran Canaria tan sólo ganó el 25% de los duelos que protagonizó a ras de césped (dos, de los ocho que el encuentro le retó a vivir). Especialmente crítica fue la primera media hora, donde todo lo negativo se elevó al cubo. En total, fue regateado hasta tres veces (muchas para un mediocentro defensivo) y sólo firmó cuatro recuperaciones, menos que Valverde (6) y hasta que Modric (5 y sustituido en el 64′). Tchouameni no es muro. Y el asunto ya preocupa de puertas para adentro.

En ese diagnóstico que ha realizado Ancelotti, también entra este asunto. “Sin balón dejamos espacios entre líneas, nos cuesta ser compactos”, apuntó en rueda de prensa. Y es que el cuerpo técnico considera que uno de los problemas reside en que los rivales reciben con demasiada facilidad a la espalda de los medios. No es un problema del jugador como tal, sino de que falla todo el engranaje. Desde la marcha de Kroos, Tchouameni ha dado un pequeño paso al frente en materia de creación, adelantando su posición y generando un nuevo ecosistema... que no está funcionando. Urge una solución. Una respuesta al mayday.

Tchouameni, durante un partido en el Bernabéu.
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Tchouameni, durante un partido en el Bernabéu.Chema MoyaEFE

Sin fácil solución

¿Qué haría usted? Esa es la cuestión. Tal vez retroceder a Tchouameni a un pivote más tradicional, aunque se sacrifique su ayuda en la creación, sea un remedio. Pero eso exigiría aún más a Valverde y su escudero (en ausencia de Bellingham, Güler o Modric), al timón. Todo es una balanza. Si Tchouameni pierde peso para centrarse más en la defensa, alguien debe recogerlo. No es sencillo. Pero en ningún caso la fórmula actual puede mantenerse. Porque Tchouameni está descolocado, mal, transparente. Es un mal Madrid, pero también un mal Aurélien.

Eje de la creación

Sí asoman brotes verdes con balón. Porque para este nuevo rol, tiene cualidades. Sin ser sobresaliente, porque serlo en este Madrid sería extraordinario, los números le amparan. En Gran Canaria fue el jugador que más pases completó (70), el que más dio en el último tercio (26) y el que más veces entró en juego (92, notablemente por delante de Valverde, segundo con 77). Para lo bueno o lo malo, es el eje del equipo. Al que más buscan y el que más busca. El principal problema lo tiene en defensa: no es un muro. Ha perdido entereza y con ella, la ha perdido el Madrid. Un asunto que ya preocupa.

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