Rusia aumenta la presión en Donetsk y obliga a las autoridades ucranianas a evacuar a los ciudadanos
Las Fuerzas Armadas intentan conseguir una victoria tras la derrota en Kursk de los últimos días, que ha dejado a más de 100 de sus soldados capturados
“A medida que la línea del frente se acerca a Pokrovsk, la necesidad de trasladarse a un lugar más seguro es cada vez más urgente”, sumaron desde la administración local, que ofrecieron a las personas un espacio seguro en el oeste del país.
Pokrovsk es un punto clave en la guerra y uno de los principales objetivos del Kremlin de los últimos meses, razón por la cual concentró gran parte de sus fuerzas en esta zona de la región este, superando incluso las capacidades ucranianas, e intenta ahora no movilizarlas a Kursk. No obstante, las brigadas de Zelensky están decididas a responder con fuerza y creen que podrán hacerlo cuidando también el frente en territorio enemigo.
“Ambos no pueden estar en lo cierto, el resultado pende de un hilo”, advirtió Nigel Gould-Davies, investigador del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, al señalar que alguno de los bandos fallará en sus estimaciones y perderá en alguna de las dos líneas.
En ese sentido, la situación en la localidad fronteriza también se está complejizando, aunque aún con una amplia ventaja de Ucrania. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas informó en las últimas horas de avances “en algunas direcciones de 1 a 3 kilómetros de distancia hacia el enemigo” y sumó que “los combates también continúan a lo largo de toda la línea del frente”.
“La situación en general está bajo control”, dijo el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Alexander Sirski, que coincide con la evaluación de los servicios de inteligencia del Reino Unido, que apuntaron que Rusia “no estaba preparada” para dicho ataque y respondió con “desorden y desorganización”.
No obstante su eficiente respuesta, el Kremlin ha comenzado a reorganizar sus filas y contraatacar para intentar expulsar a los ucranianos. Así, en los últimos días aumentaron los bombardeos en la frontera, lo que llevó a que el Gobierno ucraniano evacúe a unos 21.000 vecinos de Sumi, de forma preventiva, a las que se sumarán otros 25.000 personas en las próximas horas.
El ministro del Interior, Igor Klimenko, precisó que el 75% de estos civiles son niños.
Por otro lado, la Legión Libertad de Rusia, la fuerza paramilitar leal a Kiev que opera en la frontera, pidió a los soldados del Kremlin que depongan las armas y se unan a ellos en la guerra. “Hacemos un llamamiento a todos los militares de las Fuerzas Armadas de Rusia a que se entreguen voluntariamente a las Fuerzas Armadas de Ucrania (...) Para aquellos que deseen seguir luchando por un futuro normal para Rusia, sigue existiendo la opción de unirse a la Legión”, escribieron en un mensaje en Telegram.
“Estamos dispuestos a comunicarnos con cualquiera que exprese el deseo de dirigir las armas contra el Kremlin. La historia enseña que cuando la gente pierde la fe en sus ‘gobernantes’, elige la libertad. Ese momento ya ha llegado”, remarcaron.