Racing se hace fuerte en la Copa Sudamericana: venció a Huachipato y se acerca a los cuartos de final
La Academia se impuso por 2-0 en Viña del Mar y sacó una buena ventaja de cara al desquite del martes próximo
El primer tanto fue de Adrián “Maravilla” Martínez, que ante el Lobo, el último partido, se había ido expulsado después de fallar un penal que podría haberles dado el empate a los de Avellaneda sobre la hora. Martínez cortó así una racha de cuatro partidos sin convertir, en los que había tenido oportunidades, pero la suerte que lo había acompañado durante el primer semestre parecía haberse agotado. Para colmo, a los 20 minutos, otra vez el travesaño le había negado el gol. Sin embargo, una docena de minutos después, tras una buena combinación por izquierda entre Gabriel Rojas y Johan Carbonero, el 9 empujó de derecha al gol. Ya son 21 gritos en 31 partidos jugados. Es el goleador de la Copa Sudamericana con 7 gritos.
Maravilla también fue protagonista del segundo gol, al generar el penal tras intentar gambetear al arquero Fabián Cerda. A diferencia de lo que ocurrió ante Gimnasia, esta vez sí accedió al pedido de Juan Fernando Quintero. El colombiano ejecutó el penal y convirtió. Más allá de que su futuro parece estar más cerca de Medio Oriente que de Avellaneda, Quintero tomó su tanto como una descarga: en el festejo se abrazó con todo el banco de suplentes y también con el entrenador Gustavo Costas.
Lo mejor del triunfo de Racing
La presentación de la Academia en las instancias eliminatorias de la Copa Sudamericana no parecía llegar en el mejor momento. El equipo de Costas aterrizó en las playas del Pacífico con las dudas a cuestas, después de desperdiciar dos chances consecutivas de trepar a la punta del campeonato local. Las miradas después de la inesperada caída en casa ante Gimnasia estaban puestas en la capacidad del entrenador y, también, en la templanza de los futbolistas ante la adversidad. La prueba pareció superada.
En el horizonte encima ya asoma el clásico de Avellaneda, el próximo domingo 25. El contexto inestable no sólo se da en lo futbolístico. Agosto parece haber sido el mes señalado para que la temperatura del año electoral comience a levantar. El nombre de Diego Milito empieza a escucharse cada vez con más fuerza como un actor principal en la elección que se realizará en diciembre, en la que Víctor Blanco puede llegar a presentarse por cuarta vez consecutiva como candidato a presidente del club.
Ese panorama coincide con el inicio de la hora de la verdad en el plano internacional. El último título internacional de la Academia a nivel continental fue hace 36 años, en la primera Supercopa Sudamericana que organizó la Conmebol, pensada únicamente para aquellos equipos que habían logrado ser campeones de la Copa Libertadores. El 18 de junio de 1988, en el estadio Mineirão de Belo Horizonte, Racing se consagró ante Cruzeiro. El zaguero de aquel equipo de Alfio Basile era Costas. El sueño que persigue el entrenador desde que inició su tercer ciclo en diciembre del año pasado es saldar esa deuda fuera de las fronteras.
Un triunfo así alivia. Porque todo eso estaba en juego en el estadio Sausalito, uno de los más bonitos de Chile, aunque en este caso exhibió un césped imperfecto. La tabla de posiciones de la liga chilena muestra a Huachipato en el 15° escalón, en puestos de descenso, con casi dos tercios de torneo disputado. Sin embargo, el equipo chileno -entró a la Sudamericana como tercero desde la Libertadores- ostenta triunfos como visitante sobre Gremio y a Estudiantes, dos campeones de América, nada menos. Para llegar hasta aquí eliminó en el repechaje a Racing, de Montevideo, después de haber perdido como local. Sólo por eso, el resultado que se lleva la Academia del Sausalito no parece estar del todo cerrado.
El gol de Quintero, además de una buena cuota de tranquilidad de cara a la revancha, pareció haberle puesto justicia al marcador. El segundo tiempo fue todo celeste y blanco. El palo primero, después de otro desborde de Rojas, y el travesaño, tras un derechazo espectacular de Agustín Almendra, habían negado el 2 a 0. Con la intervención del VAR -había sido clarísima la falta del arquero a Martínez-, llegó el penal. Quintero lo cambió por gol. Y así cerró una noche redonda para la Academia. Reparadora por el resultado y también por los autores de los goles.