PARÍS 2024 | FÚTBOL | ESPAÑA-ALEMANIA / Pena máxima de una Roja sin bronce

Un gol de Gwinn, de penalti forzado por ella misma en una mala salida de Coll, da el bronce a Alemania. Alexia falló desde los once metros en el último minuto.

Marta Griñán
As
Sin podio ni consuelo. La Selección española femenina de fútbol puso punto final a su primera participación olímpica con derrota y un cuarto puesto que sabe a muy poco tras llegar a la cita como campeona del mundo y de la Nations League. A gloria le sabe el bronce a una Alemania que suma cinco medallas en seis Juegos disputados y que tuvo la posesión y las ocasiones justas como para dejar sin metal a La Roja. Gwinn, con un penalti forzado en una mala salida de Cata Coll, subió a las suyas al tercer escalón del podio olímpico y echó a las de Tomé, que derramaron sangre, sudor y lágrimas y vuelven a España sin medalla y con una pena máxima fallada por Alexia en el último suspiro.

La mañana empezó con sorpresas: Paredes, tocada, fuera de la lista; Vicky y la portera reserva Lete, dentro. Alba Redondo, Eva Navarro y Misa se unieron a la capitana como descartes. El once trajo novedades esperadas y ausencias que no: Alexia, Oihane y Aleixandri, de inicio; Mariona, en el banquillo. Jenni Hermoso, de falso 9. En Alemania, Popp volvió para ser titular. La 11 germana mete miedo hasta al lobo feroz. Nüsken y Minge eran rocas en el medio. Por ahí iban a tener que abrir camino Teresa y Aitana si La Roja quería colgarse el bronce. Las de Tomé entraron al choque con mayor templanza que en sus dos últimos partidos, masticaba jugadas, no se complicaba con balones divididos, tenía paciencia. Su rival, por su parte, esperaba en bloque medio, no se encerraba, y mostraba colmillo con Brand y Bühl combinando por izquierda. Hasta un túnel se llevó una Oihane que, no obstante, perseveró y fue cogiéndole el pulso a su rival.

Cata Coll tuvo que intervenir en el minuto 18 después de un buen intento de Bühl. Segura. Con confianza. Era ella misma. Mientras Jenni caía al medio para ayudar a crear, Salma Paralluelo intentaba hacer daño con sus carreras a espalda de la defensa, pero la conexión con el esférico siempre se le complicaba. Una falta lateral en el 21′, no obstante, sirvió para que la Selección española se apuntara la primera ocasión: el centro de Teresa llevaba veneno y cayó picado hasta estamparse en el larguero de la portería defendida por Berger. La Roja estaba en Lyon. La ciudad del milagro frente a Colombia.

Un balón dividido sirvió a Popp para hacer el amago ante su marca y disparar desde el medio campo. Coll, con el pie, controló el chut. El cronómetro avanzaba con ambos equipos apretando cada vez más los dientes. Había presión, nervios, imprecisiones, pero también esperanza, ilusión y ganas. Una carrera de Salma cerca del 40 estuvo a punto de costarle un buen susto a Alemania, pero la aragonesa, a pesar del gol y sus dos asistencias en dos partidos, continuaba sin mostrar sus habilidades.

Sí sacó a relucir las suyas Batlle por izquierda: pisó área, levantó la cabeza y cedió el cuero a Aitana, que tuvo todo el tiempo del mundo para acomodarse el balón y sacar un “uy” de la garganta a toda España. ¡Al larguero! Jenni Hermoso la tuvo en el rechace, pero la acción acabó en córner. El choque acariciaba el tiempo de descanso y las de Tomé habían acariciado el gol psicológico. No había nada en el mundo que necesitaran más que eso.

Ojo por ojo, diente por diente

Pero no llegó. Y en categoría femenina Alemania sigue siendo Alemania: el fútbol es once contra once y siempre ganan ellas. Al menos en cuanto a enfrentamientos con España se refiere. El paso por vestuarios, no obstante, vino con una nueva ocasión de Paralluelo tras un balón filtrado por Aitana. Se lo quiso acomodar en el pie izquierdo y se lo robaron. Las germanas no te dejan tiempo ni para respirar. Y Schüller, recién ingresada en el campo, también salió a ese ritmo para hacer daño entre las Laias. A punto estuvieron la 7 y Nüsken de rematar en el segundo palo un gol cantado. Por los pelos.

Como la mirilla de Salma y Athenea, que lo intentaron cerca del 60′. Cada acción obtenía respuesta. Ojo por ojo, diente por diente. Pero cuando parecía que el bronce podía pintar rojo, Coll salió mal ante Gwinn y la arrolló. Penalti y amarilla. La 15 no falló desde los once metros. Lyon gritaba gol en alemán. Se quedó con el casi en la garganta en el minuto 70, en un mano a mano de Schüller y la portera balear que se llevó la guardameta con un espectacular pie abajo. Costó, pero en ese momento, llegaron los cambios de Tomé: entraron Olga y Mariona. La sevillana no tardó en encontrar en el área a Jenni Hermoso, que forzó el paradón de Berger en el 75′. Si había que morir era de vivir. Y las campeonas del mundo nunca dejaron de intentarlo. Patri salió como central, Lucía intentó sus características galopadas, pero no hubo forma. Por mucho que esta vez el juego de La Roja sí que fuera reconocible. Fueron once contra once. Lucía forzó el penalti en el último instante. Alexia asumió la responsabilidad. Berger lo paró. Y ganó Alemania. El final más cruel para España. Hrubesch se despide del banquillo con un bronce.

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