PARÍS 2024 | BALONCESTO / Euforia en Bercy: Francia, finalista

Liderada de nuevo por Yabusele (17 puntos y siete rebotes), los de Collet arrugan a Alemania, le bajan 20 puntos su anotación y alcanzan su cuarta final olímpica, segunda consecutiva.

Juan Jiménez
As
El fuego de Francia, una selección transformada de manera insospechada en el tránsito Lille-París, le llevó este jueves a su cuarta final olímpica (1948, 2000 y 2020 las anteriores, siempre derrota contra Estados Unidos), en medio de la locura general en Bercy. Alemania salió en tromba (2-12), pero no pudo contener el deseo de los franceses, que han experimentado una metamorfosis digna de estudio y acabaron dando la vuelta de honor, con Victor Wembanyama, 20 añitos, listo para jugar su primera final en unos Juegos. Después de estar a punto de meterse en un lío en la fase de grupos contra Japón, y ser casi humillados por Alemania en la última jornada de la liguilla, aparecieron el martes en París asumiendo su papel de víctima. En el fondo, sin embargo, el presunto cordero era un lobo que terminó por comerse al campeón del mundo. Arrugada por el ardor del anfitrión, Alemania no pasó de 69 puntos, veinte menos de los que había promediado en el torneo.

Collet consiguió cuadrar a tiempo los roles de su equipo, finalmente construido alrededor de una torre, Wembanyama, a la que escoltan tres jugadores Euroliga (Yabusele, Cordinier y Lessort), más la experiencia de Batum y Fournier. Más allá de su pequeña molestia en un dedo, Gobert ha pasado a tener un rol residual. Francia no es tan alta, pero sí más homogénea. Y muerde. Bocado a bocado, fue bajando la brecha que abrieron los alemanes en el primer cuarto. Básicamente, y más que contener a Schröder (18 puntos) y, sobre todo, a Wagner (10), le fue comiendo la moral.

Conjurada como nadie esperaba hace menos de una semana, ha convertido cada defensa en una cuestión de orgullo desde el partido contra Canadá. Y así, jugada a jugada, ha ido construyendo que lo que parecía destinado a un desastre de dimensiones devastadoras, se convierta en una historia olímpica maravillosa que, de momento, tiene el premio de la plata. Con Yabusele (17 puntos y siete rebotes), Cordinier (16) y Wembanyama (11 puntos y siete capturas) al mando, Francia sacó de la pista a Alemania hasta ponerse en un 66-53. Con orgullo, el campeón del mundo se sostuvo y llegó a ponerse a dos puntos con un triple de Franz Wagner (70-68). Francia supo sufrir y luego celebrar. En uno de los relatos más asombrosos de los Juegos, Les Bleus están (merecidamente) en la final olímpica.

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