Otro paso hacia el Balón de Oro
Vinicius sigue dando pasos firmes hacia el galardón dorado y vuelve a decidir una final. En las últimas ocho ha participado en 12 goles.
En Varsovia lució un Vinicius más generador. Por momentos casi centrocampista. No encontraba la fórmula el Madrid y el 7 bajaba al rescate. Así cocinó algún pase de postín. Uno a la espalda de todos con el que Bellingham habilitó a Mbappé, otro al abrigo del descanso a Rodrygo que terminó estrellado en el larguero... Pero fue a través del desborde cuando marcó la diferencia definitiva. “Es el jugador más desequilibrante del mundo”, ha aventurado Ancelotti en más de una ocasión. Volvió a demostrarlo cuando el balón quemaba e ilusionó la nueva sociedad cuádruple que orquestó el 2-0. Rodrygo robó, Vini centró, Bellingham asistió, Mbappé enjauló. La celebración del tanto y foro conjunta con la Supercopa, espejo de la integración del recién llegado.
Ya son 13 títulos con el Madrid a sus 24 años. En los últimos con un rol protagónico. Y no hay mayor trampolín para el Balón de Oro que ser la cara visible del mérito colectivo. Máximo goleador (24 tantos, récord personal, y 11 asistencias) del Madrid del Triplete (Supercopa de España, Liga y Champions), comienza la 2024-25 tocando metal. De nuevo como líder. A priori, los méritos para el galardón dorado venidero clausuran en verano, con Eurocopa y Copa América. Pero añadir éxitos para la retina reciente del votante (un periodista por cada país de los 100 primeros del ranking FIFA) suma. Y mucho.
Su mayor rival, sin olvidar a Carvajal (único que también añade éxitos con la selección a al ecuación), lo tiene cerca: Jude Bellingham. Mismos méritos colectivos y MVP en Varsovia con una actuación rimbombante. El inglés completó, de largo, la mejor temporada de sus carrera. Cuando llegaba para liderar la sala de máquinas, se disfrazó de delantero para marcar 23 goles y repartir 13 asistencias. Sin embargo, el grueso de la aportación numérica llegó en 2023, pues 2024, cuando se repartió el metal, fue de Vinicius, incluido el tanto definitivo ante el Dortmund (2-0) para sellar la 15, como hiciera con la Decimocuarta en 2022.
¿Y Arabia?
Normal que desde Arabia le quieran cubrir de oro. Desde la Saudi Pro League sueñan con Vini. Ya le han tanteado, sin suerte, pero no se plantean encoger el brazo. Para el fondo de inversión arábigo que maneja los hilos de la nueva gran potencia económica del fútbol, el presupuesto es ilimitado y su sueño es el brasileño. Conscientes de la dificultad de la empresa, eso sí, el plan es trabajar el fichaje a largo plazo. Y no es baladí la aparición en el momento actual. El contrato del extremo expira en 2027 y el verano próximo tocará sentarse para trazar la líneas maestras de una renovación. Arabia pretende cortocircuitarlas con millones.