Médicos sin Fronteras denunció las “condiciones de vida inhumanas” en la zona segura estipulada por Israel en Gaza
La organización informó sobre las consecuencias devastadoras de las evacuaciones forzadas y la falta de recursos esenciales en el enclave
“A la gente no le quedan pertenencias, no tiene adónde ir. No hay sitio para montar tiendas”, lamentó, señalando el riesgo elevado de enfermedades debido al hacinamiento y la falta de condiciones higiénicas adecuadas.
Desde el 1 de julio, las fuerzas israelíes han emitido al menos 16 órdenes de evacuación forzada en Gaza. Según datos de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), un 86% de la población del enclave ha sido víctima de estas órdenes desde el inicio del conflicto. En la primera quincena de agosto, las evacuaciones forzadas afectaron a 213.000 palestinos, situación que ha agravado aún más la crisis humanitaria en la región.
Julie Faucon, coordinadora médica de MSF, subrayó que los constantes bombardeos están reduciendo el espacio seguro para la población, lo que exacerba las condiciones ya de por sí deplorables. “Los bombardeos y el hacinamiento empeoran la situación y las enfermedades seguirán propagándose, afectando sobre todo a los más vulnerables, como los niños”, advirtió.
MSF destacó que llevan tres meses tratando de importar 4.000 kits de higiene para mejorar las condiciones de vida en Al Mauasi, pero las autoridades israelíes han bloqueado la entrada de estos suministros. Además, la escasez ha disparado los precios: un bote de champú puede llegar a costar 40 dólares en el mercado local. La organización ha denunciado que este tipo de impedimentos agravan considerablemente la crisis humanitaria en la región.
“Muchos llegan a Al Mauasi sin ni siquiera una bolsa de plástico para envolver lo poco que les queda, sin disponer de una simple pastilla de jabón”, avisó MSF.
La situación en Gaza es alarmante y continúa deteriorándose mientras las necesidades humanitarias superan la capacidad de respuesta de las organizaciones presentes. La necesidad imperiosa de agua potable, alimentos y suministros médicos es palpable a medida que las condiciones de vida se vuelven insostenibles para los desplazados.
Ataques contra el convoy de ayuda humanitaria
Es en este contexto que se han reportado ataques contra un convoy de ayuda humanitaria. Este mismo viernes, una ONG estadounidense activa en Gaza denunció una ofensiva que fue perpetrada ayer en la zona de Kerem Shalom y mató a cuatro guardias palestinos “desarmados” que escoltaban los vehículos.
La ONG Anera, basada en Washington y que se dedica sobre todo a asistir a refugiados en distintos conflictos en Oriente Medio, explicó hoy en un comunicado que el ataque “fue perpetrado sin previo aviso o comunicación” contra el convoy y que se programó según “un plan coordinado y claro” con Israel.
Añadió que las autoridades israelíes les han asegurado que el vehículo atacado transportaba “numerosas armas”. Sin embargo, Anera sostiene que únicamente transportaba alimentos y combustible para un hospital gestionado por la Media Luna Roja Emiratí y que el transporte corría a cargo de la compañía Move One, con la que Anera tiene “un estricto acuerdo” de utilizar únicamente “guardias de seguridad sin armas”.
Solo el vehículo que encabezaba el convoy fue atacado y ningún miembro de Anera resultó herido. De hecho, el convoy continuó su camino hasta llegar al hospital emiratí y pudo entregar su “ayuda crítica”.
Este incidente sucede a otro similar registrado en la noche del martes en esa misma zona, cuando un convoy organizado por el Programa Mundial de Alimentos (WFP) fue también atacado por el Ejército israelí, que disparó al menos diez veces contra el primer vehículo, y solo el blindaje impidió que hubiera víctimas; como resultado, el WFP suspendió temporalmente sus movimientos en Gaza.
Preguntado por el incidente de hoy, el portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric, aclaró que la ONU no participó en la coordinación de este convoy, pero en todo caso un ataque así muestra que “se ha vuelto casi imposible entregar ayuda humanitaria (en Gaza) hasta que por fin se alcance un alto el fuego”.