La receta para la longevidad de uno de los científicos italianos más famosos: poca carne, poca grasa... y muchas relaciones sociales
Garattini explica que, hasta ahora, la medicina se ha orientado hacia las curas y terapias que “evidentemente han creado un gran mercado”. El científico asegura que sus medicamentos son “el cine” y “el teatro”
Esto no implica un rechazo de la medicina, y menos para alguien que le ha dedicado su vida a la investigación. Al ser preguntado si no toma ningún medicamento con 95 años, Garattini responde que si los necesitara los consumiría. “Pero no tiene sentido contratarlos para hacer propaganda”. ¿Y cómo consigue no depender de las pastillas? Pues, bajo su punto de vista, depende de nosotros: “No nos quejemos de algo si somos corresponsables de ello. Más bien, cambiemos nuestro estilo de vida, entregándonos a una forma de egoísmo saludable, porque si enfermamos nos sentimos mal, con repercusiones en nuestras familias, la economía y el Servicio Nacional de Salud. Está claro que todo debe considerarse en términos de probabilidad, no de certeza: seguir hábitos correctos nos da mayores posibilidades de sufrir menos enfermedades y vivir más tiempo”, apunta.
“Seguir hábitos correctos nos da mayores posibilidades de sufrir menos enfermedades y vivir más tiempo”
El “gran mercado” en torno a la medicina y el bienestar
Garattini cuenta que, hasta ahora, se ha orientado la medicina, sobre todo, hacia las curas y terapias que “evidentemente han creado un gran mercado”. “Y así nos olvidamos de una cosa fundamental: no todas las enfermedades caen del cielo, pero muchas dependen de nuestro estilo de vida. En Italia, por ejemplo, tenemos 3,7 millones de personas con diabetes, una patología que, entre otras cosas, tiene complicaciones que afectan a la visión, el corazón y los riñones. Pero es evitable. Debemos anteponer la prevención”.
Pero no solo con un ocio activo y una buena calidad de vida ha conseguido vivir casi un siglo ya, sino que la clave está en uno de sus hábitos alimenticios. Garattini ha admitido que nunca almuerza y su dieta se limita a dos comidas al día, lo que considera beneficioso para su salud. Sigue una dieta mediterránea, formada por fruta, verdura, pescado e hidratos de carbono. Y para llegar a los 95 años confiesa que ha consumido “poca carne y poca grasa”.
“La dieta debe ser variada y moderada. Yo, por ejemplo, no almuerzo. Las calorías deben ser proporcionales a lo que haces. Y luego hacer actividad física, dormir al menos 7 horas, tener relaciones públicas. En Mario Negri realizamos un estudio y la conclusión fue que quienes mantenían pocas relaciones sociales tenían mayor riesgo de sufrir problemas cognitivos. Deben cultivarse incluso después de la jubilación”, explica. Mantener muchos amigos en una vida ajetreada no es fácil. Por eso Garattini habla de que mantiene la relación con sus excompañeros de trabajo y también con alumnos. “Tienes que alcanzar un equilibrio en el que sabes que mañana puede que no estés ahí, pero si estás ahí tienes que hacer algo”, agrega.
“Quienes mantienen pocas relaciones sociales tienen mayor riegos de sufrir riesgos congnitivos”
Italia, el país con más ancianos de la UE
Italia ostenta la mayor cantidad de ancianos en la Unión Europea, con más de 5.000 residentes mayores de 90 años solo en la ciudad de Milán, lo que da contexto a la importancia de las recomendaciones de Garattini en un país con una población envejecida. Sin embargo, el científico también ha lanzado un llamamiento para la inversión en prevención. “La prevención también debe estar presente en las facultades de medicina. Los médicos no sólo deben prescribir medicamentos, sino también buenos hábitos: caminar al menos 3 kilómetros al día, perder una cierta cantidad de kilos. Y deberían ser juzgados por los resultados de salud de sus pacientes: cuántos han dejado de fumar, cuántos ya no son obesos”, ha comentado.
Y de hecho, según ha publicado el diario italiano, Garattini llegó caminando al evento desde su casa cercana al Hospital Fatebenefratelli, puntualizando así su aprecio por el ejercicio leve y la cercanía a las instituciones médicas y de investigación, con las cuales ha estado estrechamente vinculado durante su longeva carrera.
Este galardón no ha sido solo una celebración de su longevidad sino también un reconocimiento a sus contribuciones a la medicina y la investigación farmacológica, áreas en las que sigue ejerciendo una influencia significativa. La celebración de Garattini en la Sala Alessi, en el corazón de Milán, no solo destaca su vida sino también su filosofía integral del bienestar que combina la ciencia con la cultura.