La ONU condenó la ley impuesta por los talibanes que silencia a las mujeres en Afganistán
El organismo expresó su preocupación por la promulgación de una nueva legislación sobre la moralidad “que impone restricciones amplias y de gran calado a la conducta personal, y otorga a la policía de la moral amplios poderes”
Los fundamentalistas se hicieron con el control de Afganistán en agosto de 2021, y el pasado jueves recogieron en una Ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio muchas de las limitaciones que venían abordando, como la obligatoriedad del velo integral o hiyab para mujeres o la vestimenta de los hombres, forzados a dejarse crecer la barba.
La legislación “extiende las restricciones ya intolerables a los derechos de las mujeres y de las niñas, e incluso el sonido de las voces de las mujeres fuera de sus hogares es aparentemente una falta moral”, dijo.
Según el artículo 13 de las nuevas normas, la voz de una mujer “se considera un atributo íntimo que no debe ser escuchado en público, prohibiendo que canten, reciten o lean en voz alta”. El vocero del régimen, Maulvi Abdul Ghafar Farooq, aseguró que la restricción “será de gran ayuda para la promoción de la virtud y la eliminación del vicio”.
Desde que llegaron al poder, los talibanes han impuesto una serie creciente de prohibiciones que han afectado en particular a los derechos de las mujeres, incluyendo la suspensión de la educación superior femenina.
El código de vestimenta impuesto por los talibanes también se ha endurecido con estas nuevas leyes. Es obligatorio que las mujeres cubran su cuerpo por completo en público, utilizando un velo que oculte también su rostro.
Además, la ropa debe ser lo suficientemente gruesa, suelta y larga para no delinear la figura femenina, evitando así cualquier posibilidad de “tentación”.
Estas normativas refuerzan la visión de los talibanes sobre el rol de la mujer en la sociedad, donde su presencia debe ser minimizada y controlada para alinearse con la estricta interpretación de la sharía que sostiene el régimen.
Las leyes, aprobadas el último miércoles por el líder supremo Hibatullah Akhundzada, establecen que las mujeres no deben mirar a hombres con los que no tengan un parentesco cercano, y viceversa. Además, se prohíbe que viajen solas, lo que limita aún más su movilidad y autonomía.
Estas restricciones han sido criticadas por la comunidad internacional, que hasta ahora no ha reconocido oficialmente la autoridad del Gobierno interino talibán a pesar de las aperturas hechas por países como China y Emiratos Árabes Unidos, que recientemente reconocieron a embajadores fundamentalistas.
Otunbayeva advirtió que “una mayor restricción en los derechos del pueblo afgano” hará “todavía más difícil” interactuar con los talibanes a la comunidad internacional.