Israel repelió un nuevo ataque lanzado desde el Líbano por Hezbollah
Hassan Nasrallah declaró que el asesinato de Fuad Shukr, alto comandante del grupo terrorista, fue un grave error y advirtió que el conflicto es ahora una “batalla abierta en todos los frentes”
Esta tarde, un bombardeo israelí alcanzó una vivienda habitada por una familia siria en Chama, donde fallecieron cuatro ciudadanos sirios y otros cinco libaneses resultaron heridos de diferente consideración, según el balance ofrecido por el Ministerio de Salud Pública del Líbano.
Sin embargo, el departamento gubernamental alertó en un comunicado de que debido a la presencia de muchas “partes de cuerpo” en el lugar de los hechos harán falta pruebas de ADN para determinar el número “definitivo” de fallecidos.
El lanzamiento contra Matzuva es el primer ataque reivindicado por Hezbollah en algo más de 48 horas.
La formación chií había congelado sus operaciones en la frontera con el Estado judío desde el bombardeo que a última hora del martes mató a siete personas, entre ellas su máximo comandante, e hirió a cerca de 80 más en los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.
El bombardeo contra el Dahye y el posterior asesinato en Teherán del líder político del movimiento islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, han disparado los miedos a una escalada de gran envergadura en Oriente Medio a la espera de las anunciadas respuestas a ambos ataques.
El líder del grupo terrorista Hezbollah anunció que la guerra con Israel entra en “una nueva fase”
El líder de Hezbollah, grupo terrorista libanés respaldado por Irán, declaró que la batalla de su milicia contra Israel ha entrado en una nueva fase y prometió responder tras el asesinato de uno de sus altos comandantes en Beirut.
Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah, dijo que el asesinato por Israel de su asesor Fuad Shukr en la capital libanesa el martes y el posterior asesinato del jefe político del grupo terrorista palestino Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán fueron un grave error, diciendo que el conflicto es ahora una “batalla abierta en todos los frentes”.
“Nos enfrentamos ahora a una gran batalla que ha superado la idea de frentes de apoyo”, dijo, reiterando a que la única forma de detener la escalada en la región sería que Israel pusiera fin a la guerra en Gaza.
Nasrallah no llegó a describir los asesinatos como un acto de guerra y dijo que su grupo lucha tanto con ira como con “lógica y sabiduría”, algo en línea con la intención declarada de Hezbollah de no ampliar los combates con Israel.
Hezbollah ha estado disparando misiles y morteros contra Israel casi a diario desde el 7 de octubre, cuando Hamas atacó el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a otras 250. Nasrallah dijo que su milicia chiíta ha logrado detener los ataques contra Israel en los últimos dos días tras el asesinato, pero que los reanudará el viernes como de costumbre. La respuesta al asesinato de Shukr fue “inevitable”, dijo.
Nasrallah habló durante el funeral de Shukr en Beirut, donde miles de partidarios Hezbollah se reunieron y participaron en la procesión que siguió al discurso de su líder.
El ataque israelí en Beirut, que según Nasrallah mató a siete personas, entre ellas Shukr y dos niños, fue en respuesta a un mortal ataque con cohetes en los Altos del Golán durante el fin de semana.
Israel culpó a Hezbollah del ataque a un campo de fútbol en la región controlada por ellos. Hezbollah, considerada una organización terrorista por EEUU, negó su responsabilidad.
Irán, Hamas y Hezbollah han prometido represalias contra Israel, donde el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que el Ejército está ahora en un nivel elevado de alerta para defenderse de posibles ataques.
La última gran guerra entre Israel y Hezbollah en 2006 dejó más de 1.000 muertos en el Líbano y más de 100 en Israel, además de provocar desplazamientos masivos y daños a la infraestructura.