Impresionante proyecto en Nueva York: demolerán una histórica autopista para unir dos vecindarios
Investigaciones han señalado que los barrios cercanos a estas vías padecen niveles elevados de contaminación, lo que provoca tasas más altas de asma y una disminución en el valor de las propiedades y los ingresos
Este plan de demolición surge en un contexto de investigaciones que destacan cómo los vecindarios cercanos a las autopistas principales sufren de mayor contaminación y, como resultado, enfrentan tasas más altas de asma y menores valores de propiedad e ingresos. Así lo señaló un informe de CBS News basado en registros federales.
Además, este fenómeno no es exclusivo de Syracuse: más de 130 comunidades a nivel nacional recibieron 3 mil millones de dólares en fondos federales para reconectar vecindarios segregados por la planificación urbanística del siglo pasado, que favoreció la construcción de autopistas.
El tramo afectado de la I-81 será reemplazado por una red amigable para los peatones, que incluirá calles con tiendas y señales de alto, lo que potencialmente revitalizará las Pioneer Homes. El obispo Bernard Alex, oriundo de la ciudad, expresó su esperanza de que esto inspire a las personas a regresar a la zona.
“Nos quitaron una comunidad próspera y vibrante, nos quitaron la esperanza y el espacio del pueblo”, dijo Alex al mismo medio.
Por su parte, el alcalde Walsh aseguró que, aunque “no podemos deshacer los errores del pasado, podemos intentar hacerlo bien esta vez. Tenemos la oportunidad de volver a tejer el tejido de nuestras ciudades y unir a la gente.”
El análisis de CBS News reveló que las autopistas han sido usadas como herramientas de segregación, separando comunidades de bajos ingresos y de minorías de vecindarios más ricos y servicios básicos como hospitales y escuelas. El obispo Alex sostiene que la construcción de la I-81 fue un intento deliberado de desplazar a ciertos grupos de la zona.
En contraste, en otras ciudades como North Charleston, Carolina del Sur, se están expandiendo autopistas como la Interestatal 526, a pesar de pasar por numerosos barrios mayoritariamente afroamericanos.
El alcalde Reggie Burgess defendió esta expansión, argumentando que aunque no desean desplazar a las personas, en ocasiones deben tomar decisiones difíciles para mejorar la infraestructura. Señaló, además, que se ofrecerá a los residentes afectados asistencia para la vivienda, ayuda para el empleo y becas universitarias.