FÓRMULA 1 / La mala racha de Verstappen
El neerlandés encadena cuatro carreras sin ganar, algo que no vivía desde 2020 y síntoma evidente de la pérdida de forma del Red Bull.
La mayor competencia de otras escuderías y también que Red Bull no es lo que era una temporada atrás hace que Verstappen no domine como en los últimos años. Es cierto que de las diez primeras carreras, siete tuvieron la firma del neerlandés, pero desde entonces el piloto de Red Bull no gana con tanta regularidad. Las cuatro últimas carreras han sido ganadas por pilotos diferentes a Max: dos victorias de Hamilton (Gran Bretaña y Bélgica) y una tanto para Russell (Austria) como para Piastri (Hungría).
Este dato es algo que no se veía desde la temporada 2020, cuando el Red Bull no era el equipo dominador que es ahora y cuando Max no había ganado aún su primer Mundial. En esa temporada Max ganó solo dos carreras (en Silverstone y en Abu Dhabi) y quedó tercero en el Mundial de pilotos. A partir de 2021 no ha habido cuatro carreras de forma consecutiva que hayan concluido sin el de Red Bull subiendo al escalón más alto del podio. En 2021, una temporada donde luchó con Hamilton hasta el final, hubo dos ocasiones donde tuvo que esperar tres carreras seguidas para ganar, pero nunca pasó del póker. En 2022 solo hubo dos carreras que de forma consecutiva no ganó Max, el GP de Gran Bretaña que ganó Sainz y el GP de Austria que ganó Leclerc. En 2023 Verstappen ganó 19 de 22 carreras, es decir, Verstappen lleva más grandes premios sin ganar de forma consecutiva este año que carreras no ganadas el año pasado, un dato que demuestra el dominio de Max el año pasado y el debilitamiento de Red Bull este año.
El fin de esta mala racha debe acabar dentro de poco según la lógica por lo bien que está conduciendo el piloto neerlandés y por lo dominante que ha sido en las primeras citas de la temporada. Eso sí, si Verstappen alarga esta racha podríamos tener lucha por el campeonato y las opciones de perseguidores como Norris considerablemente, sería una lucha como la del campeonato de constructores, donde tres o cuatro equipos podrían destronar a Red Bull tres años después.
