Errores defensivos: la pesadilla que persigue a Blooming

La académica cruceña ha dejado escapar puntos vitales debido a errores puntuales de su última línea. El DT Bustos apunta a remediar este mal lo antes posible.

El Deber

Blooming, que afrontó el reinicio del torneo Clausura como principal escolta de Bolívar y The Strongest, ha experimentado un bajón en su rendimiento colectivo, acompañado de varios errores individuales, especialmente en la última línea defensiva. Estas fallas le han costado puntos vitales al equipo dirigido por Carlos Bustos, alejándolo de los puestos de vanguardia.


En los cuatro partidos oficiales disputados después de la Copa América, Blooming ha encajado nueve goles y solo ha marcado tres, evidenciando carencias tanto en defensa como en ataque. En cada uno de estos encuentros, la academia ha concedido al menos un gol, muchos de ellos por errores garrafales en defensa, donde también se evidencia un bajón en el rendimiento del arquero titular Braulio Uraezaña.

Estos errores se han convertido en un dolor de cabeza para el director técnico Carlos Bustos, quien no encuentra la fórmula para poner fin a este mal que ya arrastra desde hace varios meses. El principal problema de Blooming radica en la falta de competitividad, común en la mayoría de los equipos cruceños, que poseen plantillas reducidas debido a la situación económica actual. Esto deriva en un cansancio general, donde el equipo sufre un desgaste enorme y se queda sin combustible.

Además, Blooming ha sufrido demasiadas expulsiones innecesarias en los últimos partidos, cometidas por jugadores clave y experimentados, encargados de comandar al equipo dentro y fuera de la cancha. El conjunto celeste tiene un plantel con potencial y calidad, pero junto a Bustos deberá examinar estos episodios para encontrar el equilibrio necesario entre la pasión y el control emocional, con el fin de capitalizar al máximo sus posibilidades y reforzar su protagonismo en el fútbol nacional.

El próximo desafío de Blooming será recibir a Nacional Potosí el próximo lunes (20:00) en el cierre de la novena fecha del Clausura, un rival siempre complicado. Sin tiempo de lamentos, Bustos tiene mucho por corregir para sacar a flote a un equipo, que ya no tiene la posibilidad de sumar a ningún jugador, debido a que el libro de pases cerró el 31 de julio.


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