En busca del equilibrio perdido
El Mallorca pone en evidencia las vulnerabilidades del Madrid. “Cuando hay que recuperar el balón, tenemos que pensar todos juntos”, recalcó Ancelotti.
El mecanismo funcionó en la primera mitad, en la que Courtois apenas tuvo que intervenir a un disparo lejano de Samu Costa y, ya al filo del descanso, una doble intervención de Assano y Muriqi. Pero tras el intermedio, quizás porque flaquearon las fuerzas y las ideas tras el desgaste del miércoles, el entramado defensivo del Madrid se diluyó. Incluso en el aspecto individual Rüdiger, un titán inexpugnable ante gigantes como Haaland, se vio con problemas para frenar a Muriqi.
El Madrid fue incapaz de interceptar un solo pase del Mallorca en toda la segunda parte, según datos de Opta. En la primera mitad apenas cortó tres. Los jugadores blancos fueron capaces de recuperar 41 balones en todo el partido, pero en la segunda mitad fallaron las dos primeras líneas de presión. En ese segundo período el Madrid sólo recupero un balón en el último tercio rival y diez en el tercio central. En la pasada Liga el Madrid promedió 52 recuperaciones y 7,8 interceptaciones por partido. En Son Moix se quedó en 41 y 3 respectivamente. Y era un equipo que trabajaba tan bien en la retaguardia (21,2 recuperaciones en el tercio de campo más cercado a la portería de Courtois) con en la media (20,6 en el tercio central). En Mallorca la defensa estuvo en su línea (21 recuperaciones), pero falló la media (14), debilitada sin Kroos y vulnerable por la apuesta por no renunciar a los cuatro fantásticos del ataque (Vinicius, Mbappé, Bellingham y Rodrygo).
“Cuando hay que recuperar el balón, tenemos que pensar todos juntos. No es sólo un problema de los delanteros. También puede ser de los medios, que cuando los delanteros aprietan no van a la presión y la defensa se queda atrás. No es un problema de uno, de dos o de tres. Es un problema de un equipo que no ha entendido que este era un aspecto muy importante de este partido”, se lamentaba Ancelotti tras el empate. El diagnóstico está claro, ahora toca ponerle remedio.