El sueco Armand Duplantis rompió por novena vez el récord mundial en salto con garrocha y logró el oro en París 2024: su particular festejo
El sueco saltó 6,25 metros en su tercer y último intento. El emocionante momento y su desaforada celebración
Duplantis, de 24 años y conocido como “Mondo”, inició la jornada con una seguidilla de saltos impecables que lo llevaron a asegurar fácilmente el oro. Ya con el primer lugar garantizado, el atleta sueco decidió intentar romper su propio récord mundial, elevando las expectativas del público presente. Después de dos intentos fallidos, el estadio se mantuvo en silencio expectante mientras Duplantis se preparaba para su tercer y último intento.
Las celebraciones no se hicieron esperar, y Duplantis salió aclamado del estadio, consolidándose como el mejor saltador con pértiga de todos los tiempos. En uno de sus tantos festejos, posó como el tirador turco Yusuf Dikec que se convirtió en uno de los preferidos por los fanáticos por su estilo.
Duplantis hace mucho tiempo que compite contra sí mismo. Competición a la que va, competición que gana. Es el mejor saltador con pértiga de la historia y, aparte de sus medallas, sus marcas lo acreditan. Llegó a París como plusmarquista mundial con 6,24 metros, un registro que hace años parecía impensable para cualquiera y que, a día de hoy, se ve impensable para sus rivales. La prueba es que de los treinta restantes competidores en París solo cinco llegaron a los Juegos habiendo saltado los seis metros. La plata se la colgó el estadounidense Sam Kendricks con 5,95, y el bronce, el griego Emmanouil Karalis con 5,90.
En 2018, en los Europeos de Berlín, empezó su reinado, que seis años después se mantiene con una colección impresionante de títulos: dos oros olímpicos en Tokio y París, dos Mundiales (2022 y 2023) al aire libre y dos en pista cubierta (2022 y 2024), tres Europeos al aire libre y uno bajo techo.
Su último gran hito fue el nuevo récord del mundo que instauró en la Liga de Diamante de Xiamen (China) en abril con 6,24 metros. La incógnita es si en París, con el oro asegurado, intentará batir esa marca jaleado por el público, como más le gusta.