Corea del Norte abrirá sus fronteras al turismo por primera vez desde la pandemia

Los turistas han sido una fuente crucial de divisas para un país que se encuentra aislado del sistema bancario internacional, proporcionando ingresos vitales para realizar transacciones al exterior

Jon Herskovitz, Infobae

Corea del Norte está a punto de abrirse al turismo general por primera vez en casi cinco años, permitiendo la entrada de extranjeros de diversos países después de que cerrara sus fronteras al comienzo de la pandemia del virus Covid-19.

Dos importantes operadores de viajes para visitantes extranjeros dijeron el miércoles 14 de agosto que habían recibido noticias de sus socios en Corea del Norte de que la apertura de los viajes comenzaría en diciembre de 2024. Los viajes serían inicialmente en Samjiyon, cerca de la frontera con China, y luego probablemente para el resto del país, dijo Koryo Tours en un comunicado.

KTG Tours publicó en las redes sociales que había sido informada de que los visitantes podrían ir a Samjiyon a partir de este invierno.

El turismo extranjero fue una fuente relevante de divisas para Corea del Norte. (Christian Peterson-Clausen/REUTERS)

El régimen de Kim Jong Un comenzó a suavizar sus restricciones fronterizas hace aproximadamente un año, pero no se había abierto a los grupos de turistas que en su día fueron una fuente de dinero contante y sonante para el Estado, con escasas reservas de divisas. Esos visitantes proporcionaban fondos que ayudaban al país a realizar transacciones en el extranjero mientras permanece aislado de la banca internacional.

A principios de este año, Corea del Norte permitió la entrada de un goteo de turistas procedentes de Rusia. Fue una señal del estrechamiento de los lazos entre los vecinos, que se produjo mientras Estados Unidos y otros países acusaban a Kim de enviar armas al Kremlin para ayudar al Presidente Vladimir Putin en su asalto a Ucrania.

Las autoridades vigilan estrechamente a los visitantes extranjeros en Corea del Norte. (Archivo)

Las autoridades norcoreanas vigilan estrechamente a los visitantes del extranjero, a los que normalmente sólo se permite alojarse en alojamientos destinados a extranjeros y se restringen sus movimientos por el país. “Estoy feliz de volver a Corea del Norte después de cinco años”, dijo Nick Bonner, cofundador de Koryo Tours, en un correo electrónico.