Boca suma refuerzos y dólares y recuperó a dos piezas importantes, pero sigue buscando al jugador distinto que lo invite a soñar en grande
La lista de buena fe para los octavos de final de la Copa Sudamericana cierra este jueves y puede haber más incorporaciones
Con la misma cantidad, y la misma calidad, de bajas que de altas, y con casi 50 millones de dólares disponibles para incorporar jugadores, el club xeneize procura un golpe de efecto en el mercado para potenciar al plantel y contrarrestar de algún modo el regreso de Marcelo Gallardo al banco de suplentes de River, el clásico rival. Este martes se sumó al trabajo Ignacio Miramón, ex volante central de Gimnasia La Plata que llega en préstamo por 18 meses desde Lille, de Francia, con una opción de compra obligatoria de 3.000.000 de euros por 50% del pase para el caso de que firme las planillas en 70% del total de los partidos. Como aún resta finiquitar el papelerío, Miramón solo realiza tareas en el gimnasio y podría no viajar a Mendoza para el partido de este sábado ante Independiente Rivadavia.
Más allá de eso, la intención de Martínez y del Consejo de Fútbol de Boca incorporar al menos a otros dos jugadores, teniendo en cuenta las recurrentes lesiones de los futbolistas, la situación del equipo en la tabla y el “maratón” de compromisos por delante, que comenzará este sábado en Mendoza, continuará con la llave contra Cruzeiro y culminará a finales de septiembre con el superclásico en la Bombonera y una hipotética serie de cuartos por Sudamericana.
Por el momento, y pese al pedido del DT de contar con más variantes en ciertas posiciones del campo de juego (en especial, de mitad de cancha hacia adelante), la dirigencia xeneize apuntó, en primer término, a reemplazar a aquellos futbolistas que tienen posibilidades de abandonar el club, uno por uno: Gary Medel por Nicolás Valentini; Tomás Belmonte por Jorman Campuzano, Agustín Martegani por Ezequiel Bullaude, Ignacio Miramón por Ezequiel Fernández, Brian Aguirre por Luca Langoni y Milton Giménez por Darío Benedetto. Una política que no resuelve el problema de fondo.
De los seis jugadores que llegaron a Boca, ninguno tiene asegurado el puesto con Martínez. La idea del entrenador es mantener el esquema de 4-4-2 con Guillermo “Pol” Fernández, Cristian Medina, Kevin Zenón y un cuarto volante que saldrá de la puja de Medel (si no es utilizado en la zaga), Belmonte, Miramón y Aguirre, que llegó de Newell’s como extremo pero tiene experiencia jugando como carrilero. Tras su actuación en los Juegos Olímpicos, Medina y Zenón también se reincorporaron este martes y todo indica que actuarán de entrada frente a la Lepra mendocina. De acuerdo con el esquema y con la presencia o ausencia de Edinson Cavani (tal vez sea preservado), es posible que solamente Medel y Giménez integren la formación titular, si se toman en cuenta los refuerzos.
En lo que transcurrió de este mercado, Boca vendió por casi 47.000.000 de dólares (20 millones por Equi; 18 por Aaron Anselmino; 6,5 por Langoni y 2,5 por Campuzano) e incorporó por 13.700.000 (5 millones por Aguirre –80%–, 3,5 por Belmonte –50%–; 2,7 por Giménez y 2,5 por Martegani). Medel llegó libre de Vasco da Gama, mientras que Benedetto rescindió su contrato, Bullaude retornó a Feyenoord (la opción de compra rondaba los cuatro millones) y Valentini quedará prontamente con el pase en su poder.
La prioridad de Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol es incorporar a otro futbolista en ataque y tal vez otro en la mitad de la cancha, dependiendo de si Pol Fernández emigra ahora a San Pablo o en diciembre de este año. Para Martínez, la opción A era Giuliano Galoppo, a quien el director técnico conoce de su paso por las inferiores de Boca, pero no se llegó a un acuerdo con el ex jugador de Banfield por el contrato y las charlas quedaron en pausa. Otro nombre que gusta en la Ribera es el de Elián Irala, de San Lorenzo de Almagro, pero el Ciclón pide 7.000.000 limpios por 80% de la ficha y Boca no está dispuesto a desembolsar esa fortuna. En los últimos días fue ofrecido otro futbolista de pasado en el Cuervo: Matías Palacios, que alterna en el Al-Ain de Hernán Crespo pero no se adapta a las características buscadas.
Para el puesto de delantero hay dos candidatos que pican en punta, pese a las complejidades de cada negociación: Alan Velasco, ex atacante de Independiente que juega en Football Club Dallas, de Estados Unidos, y el chileno Carlos Palacios, de Colo Colo que lleva más de un año en el radar xeneize. Por Velasco, inactivo desde octubre por una rotura de ligamentos cruzados, Boca envió una oferta de 3,5 millones de dólares que fue rechazada por la franquicia texana. La respuesta de los Cowboys fue contundente: los 7.000.000 que invirtieron hace dos años o nada. En tanto, Boca liberó un cupo de extranjero con el préstamo de Jan Hurtado a Goianiense, pero deberá acelerar los trámites si desea asegurarse a Palacios. El Cacique no acepta negociar al atacante de 24 años por menos del monto de cláusula, 4.500.000 dólares, y menos aun a esta altura de la temporada: el jueves se cerrará el libro de pases en Chile y el equipo dirigido por Jorge Almirón, en un octavo de final de la Copa Libertadores, perdería a una pieza importante y quedaría sin margen para buscarle sucesor.
“Mientras el libro de pases siga abierto, estaremos a la expectativa, buscando lo mejor para nosotros. No decimos que nos alejamos del mercado. Estamos buscando algunas posibilidades, esperando qué sucede”, contó hace pocos días Mauricio Serna, integrante del Consejo de Fútbol.
El rendimiento y los resultados cosechados por Boca tras la interrupción por Copa América (cuatro empates, dos victorias) acrecentaron la necesidad de seguir incorporando futbolistas. Si bien el conjunto mereció mejor suerte ante Barracas Central, el punto en casa ante el 26º de la tabla de posiciones marcó un antes y un después en las entrañas del mundo Boca, que procura encontrar a ese jugador distinto que invite a soñar en grande.