BARCELONA 0-MÓNACO 3 / Esto no pinta bien

El Barça de Flick pincha en su presentación en el Gamper al caer de manera contundente ante el Mónaco por 0-3 a cinco días de debutar en laLiga en Mestalla.

Santi Giménez
As
El Gamper es una liturgia que se define históricamente en tres palabras desde hace casi 60 años. La presentación del Barcelona ante sus socios en el torneo que organiza ha cambiado mucho, pero sigue manteniendo dos veredictos: “aquest any, sí” (este año, sí) o “aquest any, tampoc” (este año, tampoco). De momento, visto lo visto ayer en el Olímpic Lluís Companys ante un Mónaco que superó al Barcelona en todas las líneas y venció por 0-3, la conclusión es que esto no pinta demasiado bien para los de Flick.


De entrada, en la presentación del equipo la primera decepción. Dani Olmo, que debía ser la gran atracción de la noche, no entró ni en la convocatoria. Pero si uno piensa en la mente de Flick, que seguramente quería realizar ante el Mónaco un ensayo del equipo que el sábado jugará en Mestalla, no deja de tener cierta lógica la decisión. Dani Olmo no está inscrito y puede que no lo esté el sábado que viene. Así que el alemán decidió dar carrete a Raphinha. Que hizo de Raphinha.

Pero la gran decisión que no vino mediatizada por el fair-play financiero fue la de seguir apostando de inicio por el doble pivote que triunfó en la gira, formado por Marc Bernal y Marc Casadó. No tuvieron su mejor día.

En resultado del planteamiento de la primera parte fue un partido grumoso y espeso en el que el Barça tuvo su oportunidad para adelantarse en el marcador en el minuto nueve y jugar ya con viento a favor, pero Pau Víctor falló el remate que nunca falló en la gira.

A partir de ese momento, el encuentro entró en una fase de juego muy gris, donde Pablo Torre no ponía luz en los metros finales al Barcelona. En la primera pausa para hidratarse en la primera parte, se pudo leer en los labios de Thiago Alcántara, asesor de Flick, cómo hacía un aparte con el mediapunta cántabro para reclamarle que filtrara pases.

En la reanudación, Pablo se esmeró en filtrar pases, pero sus receptores estaban en fuera de juego. Mientras, el Mónaco sacaba a relucir que lleva más rodaje que el Barcelona. Los franceses habían jugado seis partidos por tres de los de Flick y se les vio con un punto físico superior. Era cuestión de tiempo que se decidiera el partido.

El duelo fue plano a más no poder en su primera parte, parecía que se iba a decidir cuando entraran los cambios. Y ahí el Barcelona parecía tener más dinamita que los franceses, pero resultó todo lo contrario. Gündogan, Lamine Yamal y Ferran Torres esperaban en la banda. Pero antes de que pudieran actuar, los del Mónaco golpearon dos veces.

Gündogan entró por Pablo Torre en el inicio de la segunda parte (y duró menos de un cuarto de hora) y Sergi Domínguez por Christensen, que sigue sin completar 90 minutos convincentes.

Cuando parecía que el Barcelona había puesto argumentos sobre el campo para dominar el partido, y la grada, con una gran entrada de 41.000 espectadores, esperaba la salida de Lamine Yamal para decidir el duelo, la defensa blaugrana se lio. Cuando todo el mundo miraba a la banda donde había ha salido a calentar el joven talento blaugrana, Iñigo Martínez sacó un balón aparentemente fácil desde el área para Marc Bernal, que se despistó ante la presión de Lamine Camara, que le robó la cartera y batió a Ter Stegen.

Con el Barça en la lona, Minamino filtró un pase a Embolo, que se aprovechó de la bisoñez de Sergi Domínguez para marcar el 0-2 en posición dudosa. Al Barça se le estaba estropeando el estreno y Flick decidió sacar la artillería que tenía. Lamine salió al campo a falta de media hora. Su salida alegró el ataque blaugrana de manera efímera, pero el Mónaco capeó el temporal y acabó toreando el partido hasta marcar el 0-3, que deja al Barça en un mar de dudas. Mucho va a tener que mejorar este equipo si quiere cambiar una imagen que no pinta nada bien.


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