ATHLETIC 0 - ATLÉTICO 1 / ‘Musso’ Correa en San Mamés
El Atlético gana con un gol del argentino en los últimos instantes, tras presión y robo perfectos de Sorloth, en un partido con pocas ocasiones. Los Williams, anulados.
Si el Atleti salió a que no le pasara en San Mamés lo del diciembre pasado, eso de terminar chamuscado bajo el fuego de dragón, Valverde, con aquella última vez en Liga presente, apostaba por lo mismo: un doble pivote formado por Beñat y Herrera. Pero con la exuberancia física de Llorente contenía Simeone a Nico (y lo mismo Reinildo con su hermano desde el central zurdo). Gallagher, con cántico ya (“Lo-lo-lo-lo-lolo-Co-nor-Ga-lla-gher”), era titular con Griezmann a la derecha y Julián Alvarez solo por delante: el partido se jugaba a la hora Mercadona, las siete de la tarde, y el argentino se movía como con una piña boca abajo en el carrito, buscando amor y balones. La ocasión más clara del inicio estuvo en sus botas: Lekue y Yeray se liaron y la Araña se quedó mano a mano con Agirrezabala. Chuta, la pelota se va a portería... Pero en el último instante aparece Yuri por el suelo para desbaratarla, como quien desvía un carro a punto de hacer match.
El Athletic maduraba sin llegar a Musso. Del nuevo portero del Atleti en la primera parte lo único que se supo es que con los pies saca regular. Y ya. Por delante tenía a Le Normand y Giménez para desactivar a Guruzeta y gritarle al mundo que el Cholo tiene de nuevo solidez y frontón. De Agirrezabala estaba el Atleti aún más lejos, sin romper una línea. Todo pasaba en horizontal. El Grizi de 33 años ya no puede abarcar tanto espacio ni aunque lo que le rodee sea San Mamés. Julián era como una isla: la hora Mercadona había pasado y ahí seguía solo, solísimo. Con el Atleti más dedicado a defender que atacar, no fuera a ser que por un resquicio se le colara el Athletic de diciembre, había más pases malos que ocasiones. Los disparos a puerta eran unicornios, algo inexistente. Hasta que lo intentó desde la frontal Gallagher, en los primeros 45 minutos el mejor de los del Cholo en ataque. El inglés se faja, presiona y lucha. Lo suyo sí que es ADN Atleti.
En el descanso los dos equipos se tomaron un café y regresaron siendo otros. 23 segundos de la segunda parte necesitaron solo los hermanos Williams para descerrajar el muro: centro raso del mayor para remate del pequeño en la línea. Gol. Pero Nico tenía la rótula en fuera de juego. El Atleti no tardó en replicar, pero es que Griezmann también se había espabilado y, 185 millones en fichajes y una araña después, sigue siendo el mejor. Con resuello le devolvió color a su equipo. Y fútbol. La pelota comenzó a circular. Enseguida llegaron las ocasiones. Pero una vez Lino no llegó a un centro suyo después de que recibiera y recortara a Yuri y, otra, sí, pero Iñaki Williams lo arruinó también por el suelo. La réplica en la portería contraria la provocó Barrios, regalando una pelota en zona roja que Herrera remató fuera.
Simeone se guardaba los cambios mientras un triple de Valverde (Djaló, Jauregizar y Vesga) daba energía a su equipo. Sancet lo celebró probando por primera vez a Musso con un disparo tenso y seco que mostró que el Cholo tiene portero más allá de Oblak. Lo que iba a ser un cambio, Sorloth por Julián, se convertiría en tres. De Paul y Roro irían con él. Al rato entró Giuliano. Casi al final, Correa. Y esta vez sí, entre todos, virarían el partido.
Si primero De Paul evitó el gol del Athletic tras una jugada de Unai Gómez, el noruego demostró por qué ha de jugar cada minuto. Es el Coloso de Goya, aterroriza a rivales. Lekue tembló bajo su presión y el punta le robó el balón en el centro para correr con Correa, que llevaba tres minutos en el juego. El primero pasa, el segundo regatea al portero, gol. Angelito siempre aparece. La bala para el unocerismo del Cholo que volvió a derribar San Mamés. Y pasar el parón a solo cuatro del Barça.