El
ariete portugués rescató a un PSG sin gol. El RB Leipzig le puso las
cosas muy difíciles al equipo de Luis Enrique con una gran defensa.
As
PSG y Leipzig llegaban
al encuentro con necesidad de encontrar buenas sensaciones. El inicio
de la temporada está a la vuelta de la esquina y el enfrentamiento era
nivel Champions League. El partido terminó con tablas en el marcador,
con goles de Openda para el conjunto alemán, y de Gonçalo Ramos para
los parisinos.
El RB Leipzig se adelantó pronto en el
marcador, gracias a una acción provocada tras un córner a favor. Un
rechace en área contraria acabó en las botas de Openda, quien no
desaprovechó la oportunidad y puso el primero en el marcador en el
minuto 13. El zapatazo entró por la escuadra de Donnarumma, quien no
pudo hacer nada por evitarlo. El PSG buscó dominar el encuentro,
manteniendo la posesión de balón. En los primeros minutos, les costó
encontrar los espacios y a compañeros en los últimos metros. La defensa
alemana no tuvo fisuras y resistió. Sin embargo, un gran Kang-in Lee fue el encargado de generar peligro sobre la portería de Peter Gulacsi.
Primero, lo intentó por derecha, realizando una gran jugada y telegrafiando un centro que terminó en la cabeza de Kolo Muani.
El delantero francés no pudo poner la pelota entre los tres palos y la
envió directamente por encima del travesaño. Después, un buen desmarque
del surcoreano le permitió plantarse en área del Leipzig y servir un balón, de nuevo, a un Kolo Muani
que falló una ocasión clarísima delante de la portería. Los alemanes se
sintieron cómodos durante el resto del partido, dejando al combinado de
Luis Enrique ser protagonista de la posesión y buscando hacer daño a la
espalda de los mediocentros parisinos, generando transiciones que
provocaron que Donnarumma tuviese que intervenir para evitar que pusiesen el segundo en el marcador.
La segunda parte arrancó igual que finalizó la primera mitad, con un PSG dominando y un RB Leipzig replegado. Sin embargo, hubo una diferencia clara: los de Luis Enrique llegaron con mucha más asiduidad al área contraria. Kang-in Lee,
al igual que en los primeros 45 minutos, continuó siendo lo más
diferencial del encuentro. No obstante, la entrada al terreno de juego
de Barcola, que desde que entró empezó a demostrar por qué es una de las grandes promesas del mundo del fútbol, y la incorporación de Gonçalo Ramos decantaron la balanza a favor de los franceses para poner las tablas en el marcador. El
ariete portugués realizó una acción espectacular en el minuto 70:
control excelso y, sin pensárselo dos veces, un disparo exquisito,
imparable para Gulacsi. Tal fue el momento de inspiraciAMISTOSO I RB LEIPZIG - PSG
