Verstappen, desencadenado: “Que se vayan todos a la mierda”
El campeón, muy molesto con Red Bull por la estrategia: “El equipo no se da cuenta de que lo ha hecho mal”. Se reivindica tras el toque con Hamilton.
El campeón, que lidera el Mundial con 76 puntos sobre Norris, cuestionó las decisiones del muro al hacerle parar más tarde que Hamilton o Leclerc: “Es duro, no teníamos el ritmo para luchar con McLaren pero podíamos haber sido terceros. Las estrategias largas me pusieron con el pie cambiado, siempre tenía que luchar y adelantar a gente y no funcionó, porque hace mucho calor y en cuanto alcanzas a alguien, los neumáticos se calientan y toda la ventaja de neumático que tenías desaparece”.
En cuanto al enfado por la radio con su ingeniero de carrera, Giampiero Lambiase: “Ya nos hemos hablado así antes, no estoy de acuerdo en que fuera peor (que otras veces). Estaba molesto con lo de hoy, quizás el equipo no se da cuenta en ese momento de lo que ha hecho mal o no veían que eran tan severo, pero en el coche tienes otras sensaciones. Ya dije el sábado que hay gente que no es consciente de que necesitamos más prestaciones en el coche”.
También analizó su choque con Hamilton al apurar y bloquear en la curva uno, y se reivindicó: “Tenía mucho rebufo. En Austria la gente dijo que me movía en la frenada, bla bla bla… aquí yo posicioné mi coche en la frenada en el movimiento inicial y fui recto. Pero veo que el (otro) coche va hacia mí desde fuera. Tuve que parar rápido mi coche, y por eso bloqueé”. El inglés lo tildó como incidente de carrera: “Le dejé pasar por el interior cuando bloqueaba mientras yo hacía la curva. Pareció un incidente de carrera. Es fácil cometer errores como ese, no pasa nada”.
Horner: “Max estaba frustrado, hay que entenderlo”
En frío, o casi, Christian Horner también comentó ante los medios el rebote de su piloto, y le defendió: “Max estaba frustrado, hay que entenderlo. Tiene una manera de comunicarse con su ingeniero muy directa. Es algo que hablarán entre ellos. Todo el mundo ve que tenemos que encontrar más prestaciones y trabajamos para hacerlo, pero tendremos las discusiones que haga falta”. Igualmente, el jefe de Red Bull defendió a sus ingenieros por la estrategia: “Es una carrera frustrante, creo que subestimamos lo complicado que era seguir a otros coches en aire sucio”. Los trapos sucios se lavarán dentro de casa. Los que quedan.