Una herramienta innovadora podría predecir el riesgo de demencia y depresión, según un estudio
Científicos desarrollan una metodología médica, conocida como Brain Care Score, que evalúa factores de salud para prever enfermedades cerebrales
Los cuatro componentes físicos que mide el BCS son presión arterial, colesterol, hemoglobina A1c e índice de masa corporal. Los aspectos de estilo de vida comprenden la nutrición, el consumo de alcohol, las actividades aeróbicas, el sueño y el tabaquismo. Los aspectos socioemocionales abarcan las relaciones, el manejo del estrés y el sentido de la vida. Cada uno de estos factores contribuye a la puntuación total, y un BCS más alto se asocia con un menor riesgo de sufrir enfermedades cerebrales.
El Dr. Richard Isaacson, neurólogo preventivo del Instituto de Enfermedades Neurodegenerativas de Florida, argumentó que este estudio y otros demuestran que mantener hábitos saludables, como ser físicamente activo, llevar una dieta adecuada, reducir el consumo de tabaco y alcohol, y mantenerse socialmente activo, presenta beneficios no solo en la salud vascular y la prevención de la demencia, sino también en la salud mental y emocional, según CNN.
Los investigadores también indican que la salud cerebral debe ser una prioridad durante toda la vida. Encontraron un vínculo sustancial entre la condición corporal inicial y el riesgo de depresión entre aquellos menores de 50 años. Este hallazgo sorprendió a los autores ya que esperaban que solo los adultos mayores experimentaran cambios neurodegenerativos e inflamatorios que pudieran llevar a la depresión, demencia y accidente cerebrovascular, de acuerdo con el artículo en Frontiers in Psychiatry.
En la clínica de prevención del Alzheimer se ha observado a personas desde los 25 años en adelante. El Dr. Isaacson explicó que esto es congruente con la trayectoria de vida de las enfermedades asociadas con la edad. Por ejemplo, en el caso de la enfermedad de Alzheimer, la patología en el cerebro puede comenzar décadas antes de que aparezcan los síntomas de pérdida de memoria. Si a una persona de 65 años se le diagnostica demencia, eso significa que la enfermedad puede haber comenzado entre los 35 y 45 años, de acuerdo con CNN.
El estudio subraya la importancia crítica de cuidar el cerebro a lo largo de la vida. Aunque todavía se está aprendiendo sobre las vías que contribuyen a la depresión, la demencia y los accidentes cerebrovasculares en la vejez, los hallazgos enfatizan una visión holística del cerebro para comprender mejor las conexiones subyacentes entre estas enfermedades.
Para los adultos mayores que sufren de depresión, buscar atención es fundamental. Las generaciones anteriores solían luchar contra el problema basándose en la mentalidad de “mente sobre materia”, argumentó Isaacson. Sin embargo, aceptar que no se siente bien y hablar con un médico sobre opciones de tratamiento, como terapia o antidepresivos, podría tener beneficios adicionales para la función cognitiva a medida que envejecemos. Algunas investigaciones preliminares han sugerido que ciertos antidepresivos, como el escitalopram, pueden ralentizar la acumulación de proteína beta-amiloide en el cerebro, una característica distintiva de la enfermedad de Alzheimer, de acuerdo con CNN.