Supercopa Europea: poco tirón por el momento entre los aficionados madridistas

La fecha (14 de agosto) es uno de los hándicaps para viajar a Varsovia a presenciar la final ante el Atalanta italiano. Los precios son moderados: van desde los 30 euros a los 130 de la localidad más cara.

Agustín Martín
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Apenas quedan 41 días para que el Real Madrid dé comienzo de manera oficial a la temporada 2024-25. Lo hará para intentar conseguir un nuevo trofeo, la Supercopa de Europa, que le enfrentará al Atalanta italiano en Varsovia el próximo 14 de agosto. Para entonces, los blancos ya habrán regresado de su gira por Estados Unidos y estará a punto de comenzar una nueva edición de la Liga...

Sin embargo, para este primer partido que se jugará en tierras polacas, no ha habido mucho tirón en estos días: apenas unas 200-250 peticiones de aficionados madridistas han solicitado entradas para estar presentes en las gradas del Estadio Nacional de la capital polaca (el escenario de la final tiene una capacidad de unos 59.000 asistentes). La fecha, a mediados de agosto, es un hándicap: la mayoría de las familias están de vacaciones veraniegas… Curiosamente, ya no es posible adquirir una localidad de la final, puesto que la fecha final expiró el pasado mes de abril: por entonces, ni Real Madrid ni Atalanta sabían cómo iban a acabar sus temporadas europeas, y eso que los precios de las entradas son significativamente baratos: los precios oscilan entre los 30 euros (el ticket más barato, perteneciente a la Categoría 3), los 80 de la Categoría 2 y los 130 de la Categoría 1, las más caras.

Aún así, los blancos no estarán solos: miembros de las peñas madridistas de Polonia, Alemania y Suiza acompañarán a los blancos. Se estima que habrá en torno a unos 4.000-5.000 seguidores blancos los que animen a los madridistas en Varsovia. Por ejemplo, la Peña La Gran Familia ha organizado un viaje de una semana de duración por el país polaco, incluyendo la final, y ya no tiene plazas (el precio ronda los 2.000 euros).

Ya hace dos años, en 2022, en la final que los blancos disputaron ante el Eintracht de Frankfurt en el estadio Olímpico de Helsinki en Finlandia, se produjo una situación similar. Los aficionados del Madrid fueron ampliamente superados por los alemanes: 1.800 frente a más de 8.000 germanos, que fueron una de las muestras coloridas en las competiciones europeas: sólo basta recordar la presencia de hinchas y seguidores en su visita al Camp Nou y al Ramón Sánchez Pizjuán para la final de la Europa League ante el Rangers escocés.

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