Sociedad de Fomento JR Riquelme (ex Boca Juniors)
Otro papelón de Román y su Consejo. Durmieron con los plazos y se olvidaron de habilitar a los refuerzos. Ah, pero qué linda está la cancha de hockey, eh.
- Falta de capacidad para hacer, recibir o aprender algo.
- Falta de entendimiento o inteligencia.
- Falta de preparación o de medios para realizar un acto.
- Carencia de aptitud para ejecutar válidamente determinados actos, o para ejercer determinados cargos públicos.
Son todas acepciones del diccionario de la lengua española y no es posible pensar en definiciones que le calcen mejor al Consejo de fútbol con su líder, Juan Román Riquelme.
Anoche, tarde, explotó finalmente una bomba que ya tenía la mecha quemada: Boca no anotó a tiempo a los refuerzos que compró especialmente para el repechaje con Independiente del Valle.
Durante todo el día, se hicieron gestiones ante la Conmebol y se le
pidió ayuda a la AFA para que intercediera. No hubo caso. Y además, en
Ecuador se enteraron y, con razón -quién no haría lo mismo en defensa de
su club-, se negaron a aceptar un parche reglamentario que habilitara a
los futbolistas de su rival.
Esta es una historia malparida de la que ya hablamos en su momento. Si bien el plantel necesitaba refuerzos, la urgencia por conseguirlos tenía que ver con esta instancia que se juega este miércoles -en la altura de Quito- y el otro para ver si somos merecedores de continuar en la Copa Sudamericana. No Libertadores, aclaración necesaria por si alguno lo olvidó, sino Sudamericana. O sea: está en tela de juicio, por falta de resultados, que merezcamos seguir en el segundo torneo de clubes de la Conmebol, el que juegan precisamente los incapaces de clasificarse a la copa principal. Y la urgencia es tal porque le prestamos el mediocampo entero (Medina-Equi-Zenón) más un arquero (Brey) a la Selección olímpica de Mascherano. Un torneo no oficial de la FIFA al que casi todos los clubes serios del mundo le dan la espalda.
Incapaces de defendernos o de negociar con la AFA un par de cesiones, nada más, Boca los cedió y salió de compras. Trajo a Medel -semiretirado-, a Belmonte -un buen mediocampista-, a Aguirre -una promesa que era suplente en Newell's- y a Giménez -goleador del ascenso enrachado. Pero ahora tampoco los podrá usar a ellos. Y por ende, tampoco se lo podrá juzgar a Martínez por el resultado que se dé. Suponiendo que su continuidad dependiera de estos cruces, ¿quién se animaría a llevarlo a una YPF en estas condiciones?
El comunicado oficial de Boca habla de un problema con los husos horarios de Paraguay. El tema es que la diferencia horaria existe desde antes de que naciera este manojo de inservibles. Nadie se puede excusar en semejante idiotez. Sobre todo porque el huso horario favorece a Argentina. Si el plazo era hasta las 18 de Asunción, era hasta las 19 de la Argentina. No se puede argumentar, por ejemplo, que ellos habían entendido que era a las 18 de Argentina, porque en ese caso eran las 17 en Paraguay. ¿Son incapaces hasta para mentir? ¿Cuánto tiempo durmieron?
Hay, también, una versión no oficial, que habla de un ligero malentendido.
-Che, ¿mandaste la lista a Conmebol?
-¿Yo? No. ¿No quedamos en que la mandabas vos?
Ojalá no sea cierto, pero la realidad es que cualquiera de las dos versiones es un papelón, una vergüenza que deja expuesto en manos de quién estamos: de nadie. ¿Cuántas cabezas van a rodar por esto? ¿Quién es el responsable último de ponderar a un club de amigos, suponiendo que sean amigos?
Sin embargo, no puede decirse que esto sea una sorpresa. Ya había pasado algo similar en ocasión de una charla por la renovación del contrato de Almendra. Pero la persona que tenía que asistir -Raúl Cascini- se quedó dormida. Y eso les valió a él y a sus compañeros ser tendencia en Twitter con sus alias de noni noni, Ronquido Cascini y Chicho Siesta. En el caso Retegui -aunque ahí las sospechas son más sombrías y apuntan menos a la negligencia que a un fraude deliberado-, también se le pasó a Boca la fecha de la repesca, y esto permitió que Tigre comprara la mitad del delantero para luego quedarse con dinero que debió ir sólo a las cuentas bancarias de Brandsen 805.
Este es uno más de los peldaños que bajamos en el proceso de desprofesionalización institucional
que arrancó con la era Riquelme en 2019 (ni vale la pena contar a
Ameal, un presidente nominal, una marioneta) y que muchos apoyan como si
fuera el último reducto impoluto, la bandera argentina contra el
monstruo de las SAD. No nos engañemos, muchachos: durante el período de
mayor engrandecimiento, el club siguió siendo una asociación civil sin
fines de lucro. Y así como en algún momento se menospreciaron
crecimientos tales como la construcción del predio con el que hoy se
llenan la boca o la compra de las manzanas aledañas a Casa Amarilla, hoy
se festeja una canchita de hockey -construida en esas manzanas-, se
inauguran setenta (¡70!) plateas o se pondera lo azul que quedó la
Bombonera con dos manos de pintura en lugar de exigir que se ponga en marcha una ampliación real. Como si fuéramos una sociedad de fomento y no el club más grande de América. Por si no queda del todo claro: me importan un carajo el hockey y las bochas. No
he visto a nadie dando la vuelta al obelisco por un título de voley,
pero sí he visto llorar a millones cuando los resultados del fútbol los
hacían descender de categoría. Boca fue, es y será, ante todo, fútbol.
Incompetentes, inútiles, ineptos, imperitos, torpes, insuficientes, inhábiles, ignorantes, indoctos. Son todos sinónimos de incapaces. Se los dejo. Elijan el que más les guste. Son todos correctos