Reinier, directo al purgatorio
El brasileño no se entrena con el primer equipo al no ser jugador del mismo. Suma tres cesiones en cuatro campañas y aún le quedan dos años más de contrato con la entidad madridista.
Courtois, Lunin, Alaba, Lucas Vázquez, Fran García, Vallejo, Ceballos y Brahim son los que, a primera hora, se han presentado en Valdebebas. Se esperaba también a Reinier, pero el brasileño no ha aparecido. ¿El motivo? Reinier no es jugador del primer equipo. Por ese motivo, trabajará con el Castilla tal y como hizo cuando llegó a la disciplina madridista en 2020, en donde estuvo trabajando bajo las órdenes de Raúl antes de comenzar un trasiego de cesiones que le llevaron primero al Borussia Dortmund alemán para acabar en el Frosinone italiano pasando por el Girona.
Con el Siete jugó tres partidos, pese a costar 30 millones de euros (la cláusula que tenía en el Flamengo) y con contrato hasta 2026. Desde entonces, no se ha vuelto a calzar la indumentaria oficial de equipo blanco… y se le buscará una nueva salida. La cuarta desde que está en el Madrid. Lo cierto es que Reinier no acaba de arrancar y de demostrar los 30 millones de euros que se pagaron por sus servicios. Apenas ha rendido y su futuro en la entidad blanca va menguando por momentos. Y esos momentos cada vez van a más.
Sus mejores momentos los dio con el Borussia, aunque fueron flor de un día: en su primera campaña apenas disfrutó de 338 minutos (sólo jugó un encuentro como titular). En su segunda campaña con los germanos, su minutaje ascendió a los 400 minutos, con tres partidos saliendo en el once titular. En total, en 738 minutos marcó un gol y dio una asistencia… en dos campañas.
Tras volver al Madrid recaló en el Girona, pero más de lo mismo: participó en 18 partidos (un total de 640 minutos), siendo titular en cinco de ellos, anotando dos goles. Parecía que el Erasmus que había tenido en Alemania le había despertado y se había adaptado en cierta forma al fútbol europeo. Nada de nada.
Su etapa en Italia comenzó de la mejor manera posible. Su entrenador, Di Francesco, apostó por él, y él le devolvió la confianza con juego. Sin embargo, con el paso del tiempo, volvió a las andadas tras sufrir una lesión muscular a finales de 2023, lo que propició que perdiera su sitio en el once titular y volviera a desinflarse. Ahora esperará a volver a entrenarse con el Castilla, en busca de otra cesión. Le quedan dos años de contrato aún con los blancos, pero nadie da con la tecla: ni el club ni el jugador. En medio, 30 millones de euros que le etiquetan como un jugador excesivamente caro para su rendimiento…
