Por qué Steve Jobs no se bañaba ni usaba desodorante
Varias constumbres del creador de Apple eran muy inusuales para muchos de los empleados
Sin embargo, muchos de sus colegas y empleados recuerdan que esta creencia no siempre se traducía en la realidad, y su presencia era a menudo detectada antes de verlo, debido a su olor característico.
Según relata Walter Isaacson en su biografía sobre Jobs, este comportamiento podía atribuírsele a su profunda fascinación por el budismo zen y su búsqueda constante de la simplicidad y la pureza.
Jobs creía en la idea de que el cuerpo debería mantenerse lo más natural posible, lo cual incluía evitar químicos y productos artificiales como los desodorantes y los jabones comerciales. Esto reflejaba su visión de la simplicidad y la pureza que aplicaba a sus diseños de productos. Apple bajo su mando se convirtió en un ícono de minimalismo y funcionalidad, una filosofía que Jobs aplicaba no solo a su trabajo, sino a su vida diaria.
Además de su dieta y su adopción del frutarianismo, Jobs tenía una creencia visceral en el poder del ayuno y la desintoxicación. Creía que al no comer ciertos alimentos y al seguir una estricta dieta de limpieza, su cuerpo se mantendría purificado, lo que también influía en su percepción de la necesidad de la higiene convencional.
Esta práctica de detox no solo se quedaba en la alimentación, sino que influía de igual forma en su resistencia a los productos químicos externos, y por ende, al uso de desodorante.
Cuáles eran las opciones de higine de Steve Jobs
Otros factores contribuyeron a las decididas opciones de Jobs en cuanto a su higiene. Su perfeccionismo y su deseo de control absoluto en casi todos los aspectos de su vida y su trabajo probablemente jugaban un rol importante. Estas eran características centrales a su personalidad, atributos que le permitían liderar grandes innovaciones y mantener estándares elevadísimos en Apple, pero que lo hacían inflexible en temas que, para otros, podrían parecer triviales.
Finalmente, la lección que deja su vida y sus hábitos podría ser interpretada de varias maneras. Para algunos, podría ser una excentricidad de un genio que podía permitirse tales libertades, para otros, una muestra de coherencia entre su vida personal y profesional; una suma de todas sus partes que, a pesar de sus peculiaridades, logró inspirar y cambiar el mundo.
Lo cierto es que la figura de Steve Jobs sigue siendo objeto de estudio y admiración, no solo por sus logros tecnológicos, sino también, por las facetas de su personalidad.