PARÍS 2024 | BALONCESTO / Shai apaga el fuego de Antetokounmpo

El fenómeno de los Bucks, 34 puntos, remó para Grecia, que llegó con opciones hasta el último minuto. Pero el base de los Thunder, con su baloncesto de seda, sentenció con sus 21.

Juan Jiménez

As

El Grecia-Canadá se anunciaba como el primer duelo de gallitos del torneo, Antetokounmpo contra Shai Gilgeous-Alexander. Y no defraudó a nadie. El fenómeno de los Bucks cargó con todo. Metió 34 puntos y fue un martillo pilón para Canadá, incapaz de soportar sus cargas. Sin embargo, su fuego lo apagó Shai Gilgeous-Alexander, jugador de seda, capaz de ponerle hielo a un partido que subió de temperatura en el último minuto, cuando un mate de Anteto colocó a Grecia a dos puntos (78-80). Fue cuando apareció el base de los Thunder, que hace sencillo este juego. Su canasta a tablero fue una delicia y liquidó un partido que terminó 79-86 para Canadá.

Luis Guil, ayudante de Sergio Scariolo, desfiló sigilosamente cuando aún faltaban unos minutos. En la grada del Pierre Mauroy, había estado tomando apuntes de lo que veía de los dos rivales que le esperan a la Selección en este diabólico grupo A de los Juegos. No hay trampa ni cartón. Grecia es Antetokounmpo; y el resto, casi atrezo. Aunque siempre aparece un triple de Papanikolaou por aquí o una buena asistencia de Calathes por allá; sin Sloukas se queda sin generadores de juego más allá de todo lo que produce Antetokoumpo.

Canadá amasó experiencia en el pasado Mundial, donde ganó el bronce y se familiarizó con el baloncesto FIBA. Los roles se mantienen. Manda Shai. Alrededor de él, está el zurdo RJ Barrett. Su padre jugó hace 24 años unos Juegos en Sidney. En su debut olímpico, firmó 23 y el mate que cerraba el partido. A la colección de escuderos de Shai, entre los que están Brooks, Dort, Powell, Olynik o Alexander-Walker, Jordi Fernández ha añadido este verano a Jamal Murray, otro jugador de tremendo talento pero que pareció jugar en plan diésel en su estreno.

Canadá amasó buenas ventajas durante el partido: y lo vio tan fácil que se acomodó. Parecía que Grecia no llegaría nunca, pero los helenos tienen corazón. Sintieron a su gente cerca en el pabellón y, de pronto, Antetokounmpo le había acercado a la gesta entre gritos de MVP, MVP. Shai apagó su fuego. Muy probablemente, España se juega su futuro este martes en el torneo olímpico ante los de Spanoulis.