PARÍS 2024 | BALONCESTO / Francia esquiva la bala de Japón

Un triple más tiro adicional de Strazel a diez segundos del final, permite a los de Collet forzar la prórroga ante los de Kawamura, que después de un partidazo terminó fundido. Wembanyama sentenció en los cinco minutos extra (90-94).

Juan Jiménez
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Hubiese sido uno de esos partidos que quedan para la historia olímpica, pero a David le sobraron diez segundos para tumbar a Goliat en el Pierre Mauroy Stadium de Lille. Y a Yuki Kawamura, una suerte de Asterix japonés que se había infiltrado en la aldea gala, le sobró una falta a Strazel que permitió que Francia, que estaba al borde del abismo con el 84-80, empatase a diez segundos del final. El partido se fue a la prórroga (84-84). A Kawamura, que con su 1,72 había estado a punto de merendarse a Wembanyama (2,24), y que terminó con 29 puntos, se le acabó la gasolina. Así que Japón no anotó hasta el último minuto de la prórroga. Y aunque se lo dejó todo en el esfuerzo, no le dio para más. El final hollywoodiense se fue al infierno.

El partido fue de infarto, inflamado además por una atmósfera caliente en el Pierre Mauroy, que se toma cada partido de Francia, actual plata olímpica, como una final. Todo invitaba a pensar un partido plácido para Wembanyama y compañía. Pero Japón se agarró el partido con una demostración importante de orgullo. Hachimura se puso al mando de las operaciones buena parte del partido, pero a 8:31 del final fue expulsado por dos antideportivas. La primera de ellas, completamente prescindible. La descalificación del jugador de los Lakers pareció anunciar el fin de las hostilidades de Japón. Lejos de sacar bandera blanca, sin embargo, los nipones se crecieron ante la adversidad. Y Kawamura, jugador de los Yokohama B-Corsairs, contuvo los minutos calientes de Yabusele y Strazel. A Francia le entró el vértigo. Japón creció, con Watanabe volando como en los cómics para poner un tapón de póster a Gobert. Era el momento de Japón. Pero apareció Strazel para, en un último giro de guion inesperado, esquivar la bala japonesa in extremis. Wembanyama sentenció en la prórroga y firmó el pase virtual a cuartos de Francia.

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