F1 | GP DE BÉLGICA / Russell gana un carrerón pero la FIA le descalifica
Hamilton hereda la victoria en Spa porque el Mercedes ‘63′ no cumplió con el peso mínimo. Sainz asciende al sexto puesto y Alonso, al octavo.
La carrera fue, en cualquier caso, una sublimación de Mercedes cuando se apretó la lucha por la victoria. Russell hizo buena la estrategia a una parada, improvisada por la inesperada baja degradación de los Pirelli, igual que Hamilton llegó con opciones de todo hasta el ‘rush’ final y fue, de hecho, quien pareció ganador virtual durante dos tercios del GP de Bélgica. Al final, de hecho, lo gana: Mercedes admitió el error en el pesaje (796,5 kilos en lugar de 798,0; sin combustible) y no recurre el castigo. Será su triunfo 105º en la F1, mucho menos sufrido y llorado que el 104º, hace tres semanas en Silverstone. Pero para la estadística sirve igual.
Error de Norris en la salida
La salida fue fundamental: Leclerc defendió la pole, Hamilton se comió a Pérez antes de llegar a la primera frenada y eliminó a Red Bull. Por detrás, Norris trazó tan por fuera que pisó la grava y regaló tres posiciones antes de encarar la larguísima subida de Eau Rouge. Parece el villano torpe en la película del Mundial 2024. Sainz era el único con neumáticos duros y la apuesta no salió mal cuando no solo no perdió puestos, sino que los ganó. Verstappen progresaba, pero no arrasaba con todo a su paso como en las dos visitas anteriores a Bélgica, en las que siempre aprovecha para cumplir la penalización de cambio de motor. Hamilton adelantó Leclerc en la recta Kemmel una vez pudo abrir el DRS (vuelta 3) y el Ferrari empezó a ver la victoria de lejos. Las primeras paradas no alteraron nada, si acaso que Sainz se quedó fuera tratando de estirar la goma dura hasta que lo de ir a una parada empezó a cobrar sentido.
El segundo ‘stint’ fue de calma tensa, iniciado con Verstappen ya delante de Norris tras un ‘undercut’ no defendido por McLaren. Leclerc tomó la iniciativa con una mala segunda parada (3.4 segundos) que no asustó a Mercedes. Hamilton se cubrió con margen de sobra. Piastri retrasó la suya un puñado de vueltas en busca de esa ventaja de gomas en los últimos instantes de la carrera. En ese contexto, Ferrari eliminó de la ecuación a Sainz, que estaba delante de Hamilton, porque tras solo siete vueltas con el medio, le ordenaron volver a parar. Quizás así no molestaba a Lewis y Leclerc. No hay una explicación lógica.
Mercedes sí fue valiente con la estrategia a una parada. Russell se quedó fuera (había parado antes incluso que Hamilton) con un ritmo bastante digno y haciendo buena una de las famas no reconocidas de Spa: es un templo del automovilismo pero no es nada fácil adelantar. Así que Hamilton presionó y presionó, llegó a abrir el DRS en un par de ocasiones, pero no quiso poner en riesgo un doblete imperial de Mercedes. Tampoco era una amenaza Piastri, igualmente con DRS en la última vuelta, pero lejos. El australiano perdió la victoria cuando casi atropella a un mecánico en su segundo ‘pit-stop’, la parada fue larga. Y Hamilton se la encontró un par de horas después del banderazo a cuadros que vio primero Russell (era su mejor triunfo, lástima). Verstappen (4º) batió a Norris (5º) en su duelo particular y Sainz finalmente fue sexto delante de Pérez. Sabe a poco.
Alonso hace buena la estrategia a una parada
Alonso volvió a los puntos con un octavo puesto (noveno en carrera) con una improvisada única parada (y 30 vueltas en sus neumáticos duros) para batir a Ocon (con mucha más velocidad punta), Albon y Gasly. Aston Martin sacó la cabeza en un circuito algo más favorable, y Fernando no vio desde tan lejos todo lo que sucedía delante, al menos durante el primer ‘stint’. Si hay esperanza o no, se sabrá a lo largo de las próximas carreras. De momento, todos se marchan a unas merecidas vacaciones.