Endrick: “No tengo derecho a desperdiciar este regalo”
El joven radiografía su carrera, sus inicios y lo venidero en una extensa entrevista para `L’Équipe’. “Mi padre quería llamarme Di Stéfano”, reconoce.
Su infancia
“Crecí en Taguatinga, cerca de Brasilia. De niño pasaba todo el tiempo jugando al fútbol frente a mi casa. Era una calle inclinada y a menudo era necesario ir buscar la pelota que corría cuesta abajo. Montábamos dos porterías con sandalias y jugábamos en equipos de tres. Si marcaba, el rival tenía que ir por la pelota, a menudo lejos porque la calle tenía mucha cuesta. Pero si chitaba fuera, el que tenía que ir era yo... Lo llamábamos “Quem shoota busca” (el que la tira va a por ella). Quizás por eso tengo los muslos grandes, por subir y bajar esa cuesta (risas)”.
“No lo sabía, pero mis padres trabajaban muy duro para poner comida en nuestros platos. Mi padre trabajaba durante la semana y los findes iba a jugar al fútbol para ganar un poco de dinero. Yo le acompañaba y me encantaba. Una vez se olvidó de mí o me dejó dormir, no lo sé. Sea como fuere, me enfadé. La semana siguiente me desperté temprano y lo esperé sentado en el baúl del equipaje de la moto para que no me olvidara (risas). Mi padre era lateral o centrocampista defensivo. Corría más que los demás y era hábil con el balón, pero no tanto como yo (risas).
Su promesa a sus padres
“Me di cuenta de que las cosas no iban muy bien. Un día, mientras estaba sentado en el sofá de mi abuela, mi padre parecía triste y preocupado. Le dije que no se preocupara. Tenía 10 años y le prometí que me convertiría en jugador de fútbol profesional para sacarlos de esta situación. Gracias a Dios cumplí mi promesa y pude ayudar a mi familia. Ahora comemos lo que queremos. Mis padres lucharon por dármelo todo, les estoy muy agradecido. Debo todo esto al regalo que recibí. Dios me dio este regalo. Por lo tanto, debo preservarlo y mantenerlo. No tengo derecho a desperdiciarlo, no puedo extraviarme. Tengo que hacer cosas buenas para agradecerle su generosidad”.
Su primer contrato
“La Copinha 2022 fue el campeonato que puso en el escaparate. Me votaron como Mejor Jugador y gané el trofeo por el mejor gol. Con los equipos inferiores del Palmeiras lo gané todo e hice muchos goles (165 tantos en 169 partidos). Cuando cumplí 16 años, el club me hizo firmar mi primer contrato profesional. Lo hicimos en la sala de reuniones que mi padre limpiaba habitualmente (trabajaba de ello en el verdão). Fue un momento súper emotivo. Papá lloró mucho ese día. Fue el sueño de toda nuestra familia hecho realidad”.
Su debut con profesionales
“Jugué mi primer partido profesional (6 de octubre de 2022, contra Coritiba, 4-0) y todo se aceleró. Pero no tenía miedo, era feliz. Disfruté de esos momentos sin pensar demasiado. Marqué mis primeros goles (el 25 de octubre de 2022, contra el Atlético Paranaense) y gané mi primer trofeo (Brasileirao). Después de ese comienzo me miraban de otra manera: los oponentes, los compañeros de equipo, los medios de comunicación... Fue curioso. Siempre he considerado que el campo es un parque de atracciones donde tienes derecho a divertirte, a ser feliz. Mi mejor partido llegó más tarde, contra Botafogo (1 noviembre de 2023, después de ir 3-0 abajo remontaron). Luchamos, nos metimos en la pelea y marqué el mejor gol de mi carrera. Gracias a eso ganamos el segundo Brasileirao consecutivo”.
Su historia con la Seleçao
“Fui convocado por primera vez en noviembre de 2023 (contra Colombia y Argentina). Me hicieron cantar delante de todos. Pero me las arreglé. Luego, con Dorival al timón, marqué en Wembley, un estadio icónico. Fue muy conmovedor. Me gustan los símbolos, me encanta la historia del fútbol, y poner mi firma en este templo con la camiseta de la Seleçao me impactó. Estaba abrumado”.
Sus primeras críticas
“A principios de 2023 empecé a ser criticado por los fans y los medios de comunicación. Solía ver muchos programas especializados, leía periódicos deportivos, pero terminaba parando, al igual que las redes sociales. Son cosas que pueden doler. Me gusta hablar con veteranos como Ronaldo. Me invitó a su casa y me habló de su carrera. De sus éxitos y los obstáculos. Para superar la presión. Me encantaba escuchar sus consejos. Lo mismo con Gabriel Jesús, que vino al centro de entrenamiento y sugirió que me alejara del ruido exterior y me concentrase en mí. Mi padre me critica también y me dice la verdad, aunque a veces sea molesto (risas).
Su estilo de juego
“Siempre voy a luchar, incluso si la pelota parece perdida. Si fallo un regate o una oportunidad no importa, lo intentaré de nuevo. Tengo cualidades técnicas, pero me gusta destacar mi rabia, mi fuerza de voluntad. El don que Dios me ha dado no es suficiente. Tenemos que trabajar, mucho”.
“Físicamente, siempre he destacado. A los 14 años ya pesaba 71 kg. No sé de dónde viene. Mi padre está delgado (risas). Soy más como mi madre, creo. Trabajé mucho en la academia, especialmente en la parte superior del cuerpo. Ahora siento que he encontrado mi mejor versión, en términos de peso, velocidad y fuerza física”.
Su historia con el Madrid
“Empezó antes de que yo naciera. Mi padre quería llamarme Di Stéfano, pero mi madre se negó. Hubiera sido gracioso, ¿no? Recuerdo una jornada organizada en Brasilia por la Fundación Real Madrid (julio de 2016). Un chico y yo ganamos un viaje a España que nunca tuvo lugar. Mi padre todavía tiene una foto y un diploma enmarcado. Son señales, es como si este matrimonio tuviera que suceder. Ya he estado en Madrid dos veces. Descubrí el estadio Santiago-Bernabeu, pude conocer a (Carlo) Ancelotti y ver las caras de mis futuros compañeros de equipo”.
“Hablé con Camavinga, Tchouameni... Son geniales, jóvenes. Me dijeron que iba a entrenar con ellos pronto. Es maravilloso. Tengo muchas ganas de vivir en Madrid, de conocer una nueva cultura, de comer jamón (risas). Vini me ayudará a integrarme. Es un jugador extraordinario”.
Su visión de Mbappé
“Con la llegada de Mbappé, parece un equipo de videojuegos. Además, Mbappé nunca sale de mi equipo de FIFA. Es el mejor del juego. En realidad, es así. ¿Quién no estaría feliz de tenerlo en su equipo? Me gusta su velocidad, su técnica, su golpe con la derecha cuando amaga con abrir el golpeo, pero lo cierra en el último momento. Los defensores lo saben, pero no pueden hacer nada.
“Espero que nos convirtamos en un grupo de amigos. Sobre el terreno, cuando tienes la velocidad de Mbappé, el regate de Vini, el talento de Rodrygo, la inspiración de Bellingham, la técnica de Modric... Es la mezcla perfecta. Espero hacer historia en este club”.