El infalible truco con laurel que ahuyenta a las hormigas en verano
Se trata de un repelente con agua, laurel, vinagre y una pequeña cantidad de clavos que elimina las feromonas de estos insectos y crea una barrera invisible que no querrán cruzar.
El laurel, una planta aromática conocida como ‘Laurus nobilis’, posee propiedades repelentes naturales gracias a un compuesto llamado cineol, un aceite esencial con un aroma fuerte que resulta desagradable para las hormigas. Por su parte, el vinagre contiene ácido acético, que también actúa como repelente y tiene propiedades desinfectantes, ayudando a eliminar las feromonas que estos insectos dejan para marcar su camino.
Preparación y aplicación del repelente natural
La combinación de laurel y vinagre crea una barrera invisible que las hormigas no querrán cruzar. Preparar este repelente natural es simple y rápido. En un pequeño cazo, se añaden 400 mililitros de agua y dos hojas de laurel, además de una pequeña cantidad de clavos. Una vez llevada la mezcla a ebullición, se debe mantener durante cinco minutos para que el laurel y los clavos dejen toda su esencia. Una vez enfriado, mezcla el líquido con unos 100 mililitros de vinagre en un pulverizador. Finalmente, rocía la solución en los lugares donde hayas detectado hormigas, como entradas, rincones y encimeras. También puedes utilizar una bayeta impregnada con esta mezcla para limpiar las superficies.
Además, es recomendable rociar el insecticida casero cada dos o tres días para mantener el efecto repelente. Sin embargo, aunque este método es muy efectivo, debe complementarse con una buena limpieza del hogar. Por tanto, es crucial mantener la cocina libre de migas y restos de comida para evitar la atracción de estos insectos.