El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos investigará al Servicio Secreto por el atentado a Donald Trump
También está previsto que funcionarios del FBI comparezcan ante una comisión del Senado estadounidense sobre el incidente
El inspector general se encarga de supervisar de manera independiente al DHS, del que depende el Servicio Secreto.
La directora del Servicio Secreto de EEUU, Kimberly Cheatle, afirmó el lunes que “la responsabilidad” recae sobre ella, si bien dijo que no dimitiría del cargo. “Fue una situación que, como agente del Servicio Secreto, nadie quiere que ocurra en su carrera”, indicó.
Crooks disparó desde el tejado de un edificio cercano al perímetro de seguridad, después de que varios testigos lo vieran y alertasen a las autoridades de su sospechosa presencia. Este manejo ha puesto en entredicho el trabajo del Servicio Secreto y de su directora, Kimberly Cheatle.
La investigación del inspector general del DHS es una más de las que el gobierno de Joe Biden ha anunciado sobre el incidente, entre ellas una de un equipo independiente.
“Ataques de continuación”
Por otra parte, el FBI y el DHS han advertido de potenciales “ataques de continuación o represalia” tras el intento de asesinato de Trump el sábado pasado.
En un mensaje a las fuerzas de seguridad federales, estatales y locales, las dos agencias expresaron “preocupación” por ciertos usuarios de comunidades en internet que amenazan o alientan “actos de violencia en respuesta” al atentado contra Trump, según recogió el martes la cadena ABC.
El mensaje conjunto del FBI y el DHS, enviado el lunes por la noche, señala que “actores solitarios” o grupos reducidos de extremistas “probablemente seguirán viendo” los mítines políticos y eventos de campaña como “objetivos atractivos”, y destaca la dificultad de detectar esas amenazas.
El atentado en Pensilvania “refuerza nuestra evaluación de que los objetivos relacionados con las elecciones están bajo una amenaza elevada de ataque u otros tipos de incidentes disruptivos”, indicaron las agencias de seguridad.
La investigación sigue en curso, pero el mensaje recogido por ABC arroja información “preliminar” sobre las acciones de Crooks antes del ataque: compró 50 rondas de munición de una tienda de armas local y en meses previos recibió varios paquetes, algunos con un etiquetado sobre “posible contenido peligroso”.