El chavismo difundió en las redes sociales resultados de falsos boca de urna de una encuestadora que no existe
Se sumaron a la campaña los ex presidentes de Ecuador y Bolivia, Rafael Correa y Evo Morales. La supuesta firma “Lewis and Thompson” tiene una página web creada hace tan solo 18 días y una cuenta en X creada hace sólo 9.
El único problema es que la tal encuestadora “Lewis and Thompson” no existe.
Dos de las figuras públicas que se hicieron eco de estos datos falsos fueron los ex presidentes de Ecuador y Bolivia, Rafael Correa y Evo Morales, quienes publicaron en su cuenta en la red social X los supuestos sondeos.
“Con Venezuela bloqueada y en crisis, la derecha ecuatoriana decía que había que votar por ellos para evitar convertirse en Venezuela. Ahora parece que los venezolanos están votando para evitar convertirse en un Ecuador que, sin bloqueo, ha sido destrozado por la derecha”, escribió Correa en la publicación que terminó eliminando minutos más tarde.
“Los resultados de la boca de urna ya señalan una gran victoria de la Revolución Bolivariana. Nadie podrá enturbiar este gran triunfo del compañero @NicolasMaduro, de la Revolución, de la democracia y de la paz. ¡Viva Venezuela!!”, se alegró Morales, horas más tarde, adjuntando la misma captura con la encuesta falsa.
A pesar de que Lewis and Thompson asegura en su página en Internet tener más de 25 años de experiencia en el campo, la investigación de la ONG venezolana Cazadores de Fake News reveló que su dominio web fue creado hace apenas 18 días, el 10 de julio de 2024.
Las irregularidades no terminan ahí. La cuenta en X asociada a Lewis and Thompson fue creada apenas el 19 de julio de 2024 y cuenta con solo 222 seguidores, lo cual es inusual para una empresa que presume de tan vasta experiencia. Además, una búsqueda en Google no arroja ningún registro previo a julio de 2024 sobre ninguna firma de análisis electoral con ese nombre.
“No hay ninguna prueba de que Lewis and Thompson sea una firma de análisis electoral legítima”, afirmaron los investigadores venezolanos. Este descubrimiento ha generado preocupación entre analistas y el público, dado que los exit polls son una herramienta crucial para prever resultados electorales y orientar tanto a medios como a votantes.
Lo más alarmante es que el boca de urna publicado llegó en un momento crítico para las elecciones, generando así falsas expectativas y desinformación entre los electores. Especialistas en tecnología y análisis web han corroborado que la página web de Lewis and Thompson fue efectivamente creada tan solo 18 días antes de la distribución de este controvertido exit poll.
A propósito de la circulación de estos datos falsos, Edmundo González hizo un posteo en el que aseguró que dichos datos “son violatorios de la ley”.
“Somos respetuosos de la norma y esperamos con mucha tranquilidad los resultados. Confiamos en que todos hagan lo mismo”, sentenció.
La integridad de las firmas de análisis electoral es fundamental para la transparencia democrática. Al difundir información no verificada, Lewis and Thompson ha puesto en riesgo la confianza pública en los procesos electorales. La manipulación de datos y la creación de falsas entidades socavan la confianza de los votantes en las instituciones.
La comunidad de analistas electorales y medios de comunicación está llamando a una mayor vigilancia y verificación de fuentes para evitar que incidentes como este vuelvan a ocurrir. La creación de dominios web y cuentas en redes sociales de manera tan reciente y con tan pocos seguidores debería levantar banderas rojas en futuras verificaciones.
Los antecedentes de esta firma falsa se limitan a un ámbito muy reciente en el ciberespacio, lo que sugiere una intención dirigida a influir en un evento específico, en este caso, las elecciones. El uso del Internet para la fabricación de entidades ficticias es un problema creciente, y este caso es un ejemplo claro de sus implicaciones potencialmente dañinas.
Finalmente, la revelación de Lewis and Thompson como una entidad ficticia destaca la necesidad de discernimiento y verificación constante por parte de los usuarios y profesionales del campo electoral. La confianza en la información recibida en contextos tan cruciales como las elecciones debe ser inquebrantable y se debe asegurar a través de fuentes verificadas y auténticas.