Contra la maldición del ‘16′
En una década, sólo Kovacic ha ofrecido un rendimiento destacable con ese dorsal. Salvo él, nadie ha superado los 750′. Endrick desafía al conjuro.
Rebobinando esa década, en 2014 el encargado de lucirlo fue Lucas Silva, quien tan sólo disputó 424′. Tras él, perteneció dos temporadas a Kovacic, el mencionado oasis entre el desierto. Un jugador que relució templanza, toque y personalidad. Cumplió. Pero es excepción absoluta en esta tesis. Porque, por resumirlo con un dato, desde que el croata dio el relevo, el número 16 del Real Madrid sólo ha disputado 1.393′ oficiales. Eso, en siete años.
Estuvo huérfano dos, pasó por la espalda de James en su segunda etapa (tan sólo 14 partidos en toda la temporada), antes de poner rumbo al Everton. De él, a Mayoral, que jugó 21′ en las primeras jornadas... y se marchó a la Roma. Luego, a Jovic: un traspaso que costó 60 millones y dio un rendimiento ínfimo. Con el 16 tan sólo disputó 551′ en todo un curso. Y, por último, Odriozola, futbolista que no contó en ningún momento para Ancelotti y acabó saliendo por la puerta de atrás. Ese es el bagaje de los 16 en esta década.
Reflejo de una maldición
Jugador | Temporada | Partidos | Minutos |
---|---|---|---|
2023-24 | |||
Odriozola | 2022-23 | 6 | 93′ |
Jovic | 2021-22 | 19 | 551′ |
Mayoral | 2020-21 | 2 | 21′ |
James Rodríguez (segunda etapa) | 2019-20 | 14 | 728′ |
2018-19 | |||
2017-18 | |||
Kovacic | 2016-17 | 39 | 2.155′ |
Kovacic | 2015-16 | 34 | 1.414′ |
Lucas Silva | 2014-15 | 9 | 424′ |
Y ahora, Endrick
Mira el brasileño a los ojos del conjuro, sin temor. La idea inicial del club era que llevase el 9, pero la elección de Mbappé le cerró la puerta y obligó a activar el Plan B: lucirá el 16, que fue el dorsal que llevó en Palmeiras cuando comenzó su carrera profesional. Tenía 16 años y, al hacerle ficha del primer equipo, escogió el 16. Será su número en el Real Madrid, pero con la mirada en, algún día, lucir el 9, su número ya en la Canarinha. Mientras tanto, tiene una misión: triunfar en el Real Madrid. Pero también un obstáculo: la maldición del 16. Motiva.