Alemania se disculpa con Cucurella: “Fue injusto, antideportivo y vergonzoso”
Los medios alemanes califican de “vergonzosa, tonta y contraria al juego limpio” la reacción de sus hinchas contra Cucurella, abucheado ante Francia.
Kicker, el más explícito de todos, califica la reacción de los alemanes de “vergonzosa, tonta y contraria a la idea del juego limpio”. “Los miles de aficionados que vestían la camiseta blanca y rosa de la DFB de Alemania silbaban constantemente a Marc Cucurella. Incluso cuando sólo estaba sobre el balón para hacer contacto con él, es decir, sólo durante una fracción de segundo. Esto es vergonzoso y tonto al mismo tiempo”, refrenda.
Kicker incide en que la eliminación de Alemania no es “culpa del lateral izquierdo de llamativos rizos, sino de una interpretación completamente equivocada de una regla de la mano que ha sido demasiado complicada en los últimos años” y dice que “es parte del deporte celebrar las victorias y reconocer las derrotas”.
“Quien se comporta así, que pita constantemente a un jugador que deja el corazón en el terreno de juego durante 90 minutos, no ha entendido el juego limpio y se está comportando de forma indigna de un anfitrión”, sentencia Kicker, a la vez que apostilla que “sería un gesto de espíritu deportivo si el público final en Berlín fuera consciente de ello el domingo y se comportara de forma neutral con Cucurella”.
Por su parte, la cadena de televisión NTV definió que “algunos aficionados de la ‘Mannschaft’ se revelaron malos perdedores y también malos anfitriones” y que “precisamente no tiene sentido silbarle a Cucurella”.
Una disculpa en español
En este sentido, cabe destacar la disculpa en forma de carta abierta que ha ofrecido el diario Die Welt a través de su redactor jefe, Ulf Poschardt, títulada ‘Lo sentimos, queridos españoles’. La carta ha sido publicada íntegramente en español y en ella califica los silbidos de la afición alemana de “amargos y resentidos”, propio de “malos perdedores”, y recuerda la “hospitalidad” de los españoles con “las hordas no especialmente cultas de turistas procedentes de Alemania en Mallorca, Ibiza o en Barcelona”. La carta reza así:
“En nombre de muchos alemanes, quiero disculparme por el comportamiento antideportivo de algunos -¡demasiados! - aficionados ayer en la semifinal contra Marc Cucurella. Fue antideportivo, fue injusto y fue también un traspaso de responsabilidad un poco simple. Por supuesto que fue mano y por supuesto que debería haberse pitado.
Nuestra tristeza es comprensible tras el fantástico torneo y la simpática actuación del equipo liderado por Ilkay Gündogan, Jamal Musiala y Niclas Füllkrug. Pero los silbidos de los aficionados alemanes no parecen especialmente elegantes, sino más bien amargos y resentidos. Parecíamos malos perdedores y eso no tiene cabida en el deporte.
Puede que algunos alemanes sean así, pero a muchos otros nos parece vergonzoso. Y también desagradecido, porque los españoles, con su hospitalidad realmente notable, también reciben a las hordas no especialmente cultas de turistas procedentes de Alemania en Mallorca, Ibiza o en Barcelona. Vemos las recientes protestas allí como una señal de que nosotros, como turistas, también deberíamos velar por los intereses del país anfitrión. Pero esa es otra historia”.