Yoro no agita al Madrid
Tranquilidad en el club, que no lo considera urgente pero sí clave en el futuro. El jugador ya conoce el camino: o barato este verano, o gratis el que viene. No habrá pujas ni locuras.
“Si quiere jugar en el Real Madrid, lo hará”, se desliza desde dentro. Esa es la mentalidad. Yoro acaba contrato el verano que viene, así que está en su mano: tan sencillo como no renovar y firmar en 2025. Nadie se lo puede evitar. Querer es poder. Pero hay otra posibilidad: llegar a Chamartín este mismo verano. El quid de la cuestión: el Real Madrid tiene claro que no pagará más de 40 millones... pero el Lille tiene ofertas muy superiores. Ya han movido ficha tanto PSG, como Manchester United (este último va muy en serio, habiendo puesto ya sobre la mesa una cantidad muy cercana a los 60 millones que piden en el Pierre-Mauroy).
Plan A: en 2025
Esta es la situación, así está el tablero. El Madrid lo quiere, pero en ningún caso llegará a las cifras que están ofreciendo otros. Y hay una postura clara: como se contó hace unos días, en Chamartín tienen claro que no entrarán en una puja. Que la operación no se va a convertir en un ‘quien da más’. El Madrid ofrecerá, máximo, 40 millones y a partir de ahí, Yoro y Lille decidirán. El club está en su derecho de no aceptar, pero el jugador también de no salir. Y a eso apuntan en la planta noble del Bernabéu.
A que si el Lille se inclina hacia traspasarlo a otro club, sea el propio futbolista quien pise el freno y deje claro que él quiere ir al Madrid, estando a su alcance, en el peor de los casos, algo tan simple como quedarse una temporada más, acabar su contrato y decidir como agente libre. De hecho, el Plan A del Madrid, como también se ha ido contando, es firmarlo el verano de 2025, no este. Considera que con Militao, Rüdiger, Alaba y Rafa Marín ya tiene la zaga cubierta, más Nacho, de quedarse. Que no tendría hueco. Yoro lo sabe. Se le ha trasladado que se le quiere, pero también pedido paciencia. No es una urgencia; no se harán locuras.
Dudas con Davies
Tampoco con Davies, un caso que ha perdido temperatura en los últimos meses por ‘culpa’ de Mendy. Y es que el espectacular rendimiento del francés ha apagado el incendio que se apreciaba en el lateral izquierdo. La sensación es que con Ferland hay un titular sin matices y que, aunque el interés en Davies existe y el fichaje no se ha descartado (ni mucho menos), sí ha dejado de ser una urgencia. Y la tesis es la misma: se le quiere, pero sin tirar la casa por la ventana. Si el Bayern no acepta bajar el precio de los 50 millones que está pidiendo, será difícil llegar a un acuerdo.
Pero el canadiense también lo tiene en su mano: le queda un año de contrato, así que puede cumplirlo y firmar sin ataduras, como agente libre, en 2025. “Si quiere jugar en el Real Madrid, lo hará”, esa frase que se está volviendo un lema en Chamartín. Mendy también acaba contrato en 2025, así que se deberá tomar una decisión: renovarlo (con la condición de que, seguramente, pedirá un aumento de sueldo y un contrato de, mínimo, tres años) o traspasarlo. Lo contrario es exponerse a perderlo gratis. Otro asunto a tratar que, por ahora, lo que ha hecho es perder dramatismo. El Madrid quiere a Davies, pero no lo considera tan urgente como en diciembre. Y quiere a Yoro, pero sin tirar la casa por la ventana. Chamartín ya tiene a su Kylian. Firma histórica, estampada. Y a partir de ahí, no se agita.