Rabiot, el indultado

El mediocentro de la Juventus recibió un castigo de Deschamps antes del Mundial de 2018. Ahora, su importancia es total en la selección francesa.

Andrés Onrubia
As
A través de un correo electrónico se enteró Didier Deschamps en 2018, antes de la disputa del Mundial de Rusia, que Adrien Rabiot declinaba ir convocado con la selección francesa para conformar una lista reserva que estuviera preparada por si alguno de los presentes en la convocatoria principal sufrieran algún contratiempo. Aquella decisión, sorprendente, rompió completamente la relación entre ambas partes, a tal punto de que se llegó a dar por hecho que el jugador de la Juventus no volvería a una lista con Francia con el actual seleccionador en el banquillo.

Rabiot era un jugador más inmaduro, un futbolista influenciado por su entorno, sobre todo su madre, y sin valorar posiblemente lo que supone estar a las puertas de un Mundial. Francia salió campeona y Deschamps reforzó su mediocampo con Kanté y Pogba, por lo que las opciones para que volviera a vestir la camiseta tricolor se redujeron ostensiblemente.

Tardó dos años en volver. Pero antes, una llamada del mediocentro a Deschamps, en la que le mostró su arrepentimiento y su intención de querer cambiar las cosas, fue el causante de la reconciliación entre el futbolista y el técnico bayonés. El 14 de noviembre de 2020, en un encuentro contra Portugal de la Liga de las Naciones, Rabiot volvía a ser titular con Francia, recuperando sensaciones y ganando, paulatinamente, peso en el vestuario.

El indulto de Deschamps a Rabiot fue similar al de Benzema un año después, en 2021, cuando le tendió la mano para que las rencillas del pasado, el incidente con Valbuena, pasara a segundo plano. Ese talante del seleccionador para reconducir la situación es, posiblemente, la clave del éxito que le ha llevado a sentarse en el banquillo de Francia durante los últimos 12 años, logrando dos títulos, el Mundial de Qatar en 2018 y la Liga de las Naciones en 2021.

Rabiot volvió en plena forma. Fue titular en tres de los cuatro partidos de la Eurocopa de 2021, a pesar de que no pudo evitar la eliminación contra Suiza en octavos. Jugador tranquilo, que no hace ruido, rudimentario, poco vistoso, fue uno de los futbolistas más destacados de la temporada en la Juventus y su debut en la Eurocopa, ante Austria, fue espléndido, erigiéndose como una pieza fundamental en el centro del campo.

“Jugué ante Austria 70 minutos muy buenos y no he tenido ninguna molestia en el gemelo. Físicamente, estoy bien. Quizá estaba más fresco tras el descanso”, declaró Rabiot este miércoles, en Paderborn, en la concentración previa con Francia. También habló, tras su gran partido ante Austria, de su asociación con Kanté en el campo: “Me gusta proyectarme, así que pude hacerlo durante el partido. Pero el entrenador nos pide que estemos bastante seguros. Con Kanté, las tareas se repartieron bien, y fuimos eficaces en la recuperación del balón. En general, hicimos un partido muy bueno”.

En los 71 minutos que disputó el canterano del PSG en Düsseldorf, acumuló un 87.2 % de precisión en el pase, dio diez pases en el último tercio (90 % de acierto), ganó seis posesiones, el que más tras Ngolo Kanté, y sostuvo a Francia en los peores minutos del primer tiempo. “Realizar una actuación tan completa después de un mes sin jugar es digna de un jugador de alto nivel”, destacaba L’Équipe, que valoró su partido con un ‘7′.

Sesenta veces internacional, cuatro goles y tres asistencias son los números que acarrea Adrien Rabiot en los ocho años que lleva portando la camiseta de la selección francesa. Si había alguna duda respecto a su importancia en la subcampeona del mundo se disipó de un plumazo con su debut en Düsseldorf. Será difícil, por no decir imposible, imaginar un escenario en el que no sea titular si muestra el mismo rendimiento que en el primer partido contra Austria.

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