Marcos Rojo salió al cruce de las críticas luego de su expulsión y contó una charla con Lionel Messi
El defensor de Boca habló luego de la derrota de Boca y se refirió a su relación con el DT Diego Martínez
Ante las numerosas críticas recibidas, el experimentado defensor eligió romper el silencio y aceptó su desacierto. “Charlé con mis compañeros, con el cuerpo técnico, a quienes tenía que darles mis disculpas. La primera amarilla fue un error enorme, fue innecesaria. Me encerré, ni escuché ni prendí la tele, y traté de ni agarrar el teléfono. Sé cómo son las cosas acá y las acepto. Cómo acepté [el error] también delante de quienes tenía que aceptar, que son mis compañeros. Me fui expulsado a los 30 y pico, dejando con uno menos al equipo, y ahí se complica todo. Es difícil en el fútbol argentino jugar con uno menos tanto tiempo, cuesta, y yo asumo toda la responsabilidad de la derrota. Se los dije a mis compañeros, la bronca es esa, expresó Rojo en declaraciones a la radio La Red.
En el programa Un buen momento, el zaguero amplió: “Salgo a hablar porque se dicen muchas cosas. Soy consciente de mi momento, de cómo estoy, de las cosas que paso y sufro, pero siempre tiro para adelante. Que quede claro eso, no pasa nada. Voy a aceptar este momento, voy a meterle y a seguir laburando, y tratar de mejorar en lo que pueda, seguir ayudando a Boca y todos mis compañeros, que es lo que siempre hago. Trabajo cada día que estoy disponible. Trato de dar el máximo y lo voy a seguir haciendo hasta el último día”.
Rojo, que había regresado recientemente a la titularidad después de recuperar de una lesión, vio la primera amonestación a los 4 minutos, y poco después de la media, tras una fuerte infracción, recibió la segunda tarjeta, lo que obligó al DT Martínez a reacomodar el equipo, que además mostró un pobre funcionamiento colectivo y fue superado claramente por Platense en la segunda parte.
Rojo, de 34 años, destacó: “Acepto las críticas, sé cómo es el juego. Si no fuera profesional, no hubiera hecho la carrera que hice, no hubiera jugado en los equipos que jugué y estar en el nivel que estoy. Jamás lo hice y jamás voy a jugar para hacerme expulsar. Siempre jugué así, soy muy impulsivo. No soy un mala leche. Jamás jugué para lastimar a nadie. Es un ataque, sin ponerme en víctima. El fútbol argentino es duro”.
Mientras crecen los cuestionamientos por estas reacciones -la del domingo pasado fue su cuarta expulsión en Boca-, Rojo también contó que podría haberse ido hace unos meses a Inter Miami.
“En enero me llamó Leo. No cualquiera, ni un intermediario. Hablé con Messi y me dijo de la posibilidad de ir a Inter. Imaginate lo que representa eso para cualquier futbolista. Y yo no estaba convencido de irme de Boca, porque había renovado hace poco. Lo único que hice fue comunicarme con Román [Riquelme] y decirle la situación. Le dije que si él me necesitaba, yo me iba a quedar. Yo estoy ciento por ciento convencido de seguir en Boca y lo quiero seguir haciendo”, señaló el defensor.
“Me queda de contrato este año y todo un año entero, y voy a tratar de mejorar en lo que tenga que mejorar y volver a mi nivel, porque me encanta jugar en Boca, defender la camiseta, jugar en La Bombonera. Yo disfruto mucho estar en Boca. Tendré que mejorar, trabajar y esforzarme más para seguir teniendo mi lugar acá, que es donde me gusta estar”, agregó.
Rojo también se refirió a su relación con el entrenador Martínez. “Con el técnico también tenemos una relación muy buena. Se han dicho muchas tonterías, y por él también es que decidí salir a hablar, porque ya un poco te cansa. Diego es un gran entrenador, desde que llegó a Boca está trabajando mucho. Tuvimos grandes momentos y es una gran persona. Nos estamos conociendo, hace poco que trabajamos juntos y me siento muy cómodo con él y con el cuerpo técnico”.
Por otra parte, Rojo habló de lo sucedido después del festejo de cumpleaños de Darío Benedetto, que derivó en que el delantero ya no fuera tenido en cuenta por Martínez. “De la situación del Pipa no soy quien para hablar. Tengo una gran amistad con él, lo conocí acá en Boca, pegamos muy buena onda y en el cumpleaños fui con mi mujer, era algo en familia. Accedí a ir porque estaba lesionado en ese momento, no tenía que entrenarme con el grupo.”
“A Darío lo voy a bancar siempre y voy a buscar siempre ayudarlo para que también pueda dar su mejor versión. Pipa es un gran profesional. Este tiempo que no le ha tocado jugar se la bancó como un campeón, siempre. Con buena cara, entrenando todos los días. Nunca hubo un problema con ningún compañero en todo este tiempo, que lo lógico sería que esté caliente, pero no, siempre está tirando para adelante”, finalizó.