La conjura de Aston Martin

Krack confía en las evoluciones que ya están en el túnel de viento y ve al equipo capaz de acercarse a los cuatro grandes en 2024: “Estoy convencido de que podemos”.

Jesús Balseiro
As
Al menos la tendencia es otra. El sexto puesto de Alonso en el GP de Canadá sigue sin ser el resultado al que aspira Aston Martin, pero mejora carreras fuera de los puntos. Aunque se confirma que el AMR24 es un caballo difícil de domar. En 2022 y 2023, el español salió desde el top-3 tras dos clasificaciones en agua, este año, con la carrera igualmente sobre mojado, no se podía exprimir ritmo para seguir el tren de Red Bull, McLaren y Mercedes. Mike Krack, jefe de la escudería, admite: “Vimos una batalla dura por la victoria, desafortunadamente no estábamos en ella. Es una lección, sumamos puntos, pero no estuvimos donde nos hubiera gustado”.

AS pregunta al ingeniero luxemburgués, ¿tiene capacidad este equipo para acercarse al top-4 de fabricantes durante la temporada? “Yo creo que sí, estoy convencido de que podemos. ¿Cuándo? El desarrollo aerodinámico es el mayor factor diferencial de prestaciones. Si encuentras algo hoy por ejemplo en el suelo, pasan semanas hasta que lo llevas a la pista. Empujamos para llevar pronto las piezas, pero nunca es lo suficientemente rápido. No podemos quejarnos por eso, pero todavía tenemos muchas carreras por hacer”.

“El año pasado a estas alturas parecía que estábamos muy por delante de lo previsto (Alonso hizo ocho podios y terminó cuarto en el Mundial), y ahora por detrás. Con perspectiva, hay que valorar si hay progreso en el equipo. En 2023 estábamos mejor de lo que pensábamos, mejoras o empeoras en función de lo que hacen tus rivales, pero debes mantener tus propios objetivos. Juzgamos carrera a carrera, en Ímola se preguntaba si las mejoras no mejoraban el coche. A veces juzgamos demasiado rápido. Hay un plan en marcha, desarrollamos el equipo, no hay razones para ser negativos”, justifica el ‘team principal’.

Krack confirma a este medio que el paquete aerodinámico de Ímola, el que se echó para atrás parcialmente en Mónaco, funciona: “No llevamos el alerón delantero en Mónaco por cuestiones logísticas, queríamos llegar a Montreal con una cantidad suficiente de piezas y no lo usamos en Mónaco por no arriesgar con incidentes”.

Sobre las características que hacen más complejo al AMR24: “El coche es bastante difícil de pilotar. Necesitamos un coche más benigno, que sea más fácil extraer el potencial y dé más confianza. Teníamos algo así en el pasado y era más fácil para los pilotos. Si falta confianza, no puedes ir al máximo y te expones a las pequeñas diferencias de esta parrilla. Sales desde el lado incorrecto, mucho más atrás, y no hay puntos”. “Estaré contento si en dos carreras hemos resuelto todo, trabajamos duro e intentaremos traer esas evoluciones lo antes posibles”, cierra el jefe de Aston Martin. Suena convencido de que hay posibilidad de mejora.


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