Israel y Hamas abrieron una instancia de negociación para el cese del fuego en Gaza y acordar la libertad de los rehenes
En los últimos días, Estados Unidos y Qatar forzaron otra mesa de diálogo en Medio Oriente con el objetivo de pactar una tregua y definir un canje de los secuestrados judíos por miles de presos palestinos acusados de terrorismo
Los negociadores de la Casa Blanca y el Emirato de Qatar proponen una tregua de seis semanas a cambio de la libertad de todas las rehenes, los mayores de edad y los secuestrados que estuvieran enfermos o malheridos.
Israel aceptó este tramo del cese del fuego, y en Washington y Doha todavía se aguarda la respuesta del grupo terrorista.
A continuación, si cumple con éxito la primera fase de la tregua, Estados Unidos y Qatar empujarán una segunda etapa del cese del fuego que implicaría la entrega del resto de los secuestrados por Hamas-soldados y jóvenes-, y la libertad de miles de presos palestinos detenidos en Israel acusados de terrorismo.
La clave de esta segunda fase de la tregua consiste en determinar si Hamas exigirá el retiro total de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de Gaza, y qué responderá Jerusalem ante este reclamo del grupo terrorista que siempre fue rechazado por el premier Benjamin Netanyahu.
Las negociaciones indirectas entre Israel y Hamas se encarrilaron por la presión conjunta que ejercieron Estados Unidos y Qatar durante la última semana.
El emir Tamim bin Hamad Al Thani mantuvo diálogos reservados con los líderes terroristas que se refugian en Doha, mientras que la administración Biden aprovechó el viaje a Washington de Yoav Gallant -ministro de Defensa israelí- para recrear una nueva instancia de negociación.
Gallant se reunió con Jake Sullivan -consejero de Seguridad Nacional-, Antony Blinken -Secretario de Estado-, Lloyd Austin -secretario de Defensa-, William Burns -director de la CIA- y Amos Hochstein, enviado especial de la Casa Blanca a Medio Oriente.
La gira de Gallant tuvo como objetivo principal aplacar la tensión política entre Netanyahu y Biden, destrabar el embargo de Estados Unidos sobre las bombas de 1.000 kilos que Israel considera esenciales para su esfuerzo bélico, analizar la situación en Gaza y acordar una estrategia común para contener los ataques que ejecuta Hezbollah desde Líbano.
Durante los encuentros que mantuvieron en Washington, Gallant y sus interlocutores de la administración demócrata debatieron las próximas fases del conflicto que protagonizan Israel y Hamas.
Esas fases son:
1. Devolución de los rehenes
2. Destruir a Hamás
3. La ofensiva definitiva en Gaza (Fase “C”)
4. Establecer un gobierno en Gaza que no responda a Israel ni Hamás.
5. Regresar a los pueblos del norte a los ciudadanos israelíes que fueron evacuados por los ataques de Hezbollah
6. Contener a Irán y a sus proxies (Hamas, Hezbollah y los Hutíes, entre otros grupos terroristas
Además de abrir una nueva instancia de negociación para lograr un cese del fuego, Estados Unidos se comprometió con Israel en evitar que una ofensiva de Hezbollah provoque una segundo frente bélico en la frontera con Líbano.
Hezbollah es un aliado regional de Irán y sus últimos movimientos se conjugan con la presión de Hamas para obtener un cese del fuego que le permita mantener a Gaza bajo control operativo.
Sullivan, Blinken y Burns aseguraron a Gallant que la administración Biden no dudará un sólo segundo en apoyar a Israel, si Hezbollah por orden de Irán declara la guerra total.
Y en este contexto, Gallant obtuvo el compromiso del gobierno demócrata de levantar el bloqueo sobre ciertas bombas que Israel necesita para su defensa militar. No serán las bombas de 1.000 kilos que exigen y que causó un fuerte cortocircuito entre Netanyahu y Biden, pero Estados Unidos en reemplazo enviará otro tipo de armamento a Israel.
“Durante las reuniones logramos avances significativos, se eliminaron obstáculos y se abordaron cuellos de botella para avanzar en una variedad de cuestiones y más específicamente en el tema de la acumulación de fuerzas y el suministro de municiones”, sostuvo Gallant en un encuentro con periodistas en el Pentágono antes de regresar a Israel.