Independiente espera respuestas
Mientras aguarda una definición por su nuevo entrenador, empató su tercer partido en fila. ¿Arranca o no arranca?
Esta mañana discutía entre chicanas y un poco en serio que últimamente desde los medios estamos preguntando más para generar el famoso clickbait que lo que estamos informando. Una vez más voy a ser contradictorio y esta columna sobre el partido de Independiente y su actualidad tiene más interrogantes que certezas.
Primero, y perdón si me voy muy atrás, me gustaría preguntar sobre el affaire Nicolás Larcamón ¿Ningún protagonista nos va a decir que pasó? ¿Nadie va a explicar por qué volvieron a permitir que se ridiculice a Independiente? Tampoco nos van a decir por qué se pusieron a saludar en redes sociales al dueño del Pachuca por un título, ¿no?
En cuanto a lo futbolístico, Independiente está en boxes desde hace tres fechas, porque desde la segunda jornada, cuando Carlos Tevez dirigió a un equipo sabiendo que se iba, lo está conduciendo un entrenador como Hugo Tocalli, que está dando una mano cuando lo que él quiere es seguir con las Inferiores. Mientras el resto no detiene su marcha, el Rojo está quedando atrás en los primeros metros. La pelea por el ingreso a alguna copa no espera y la que es por el título mucho menos.
Con esta camada de dirigentes, confirmar algo sería al menos arriesgado, pero desde varios lugares hablan de la llegada de Julio Vaccari y con él estará la duda sobre si es el entrenador que podrá conformar un equipo competitivo. No es por dudar de sus condiciones, sino además por el material con el que contará. Desde el interrogante por la continuidad de Mauricio Isla, uno de los mejores del plantel, la venta de Ayrton Costa (a esta hora sigue sin haber comunicación oficial de su salida) y la posibilidad cada vez más lejana de pagar, levantar las inhibiciones e incorporar.
¿En este torneo veremos la mejor versión de Gabriel Ávalos? ¿Podrá sumarle a su sacrificio el gol que tanto se espera? De eso, obviamente dependerá de un juego que acompañe. Que no mire el arco rival de lejos y que trate de llenarlo de oportunidades al delantero paraguayo. Algo que no se vio casi nunca desde su llegada y que, aunque sería muy injusto reclamar esto a Tocalli, es casi obligación pedírselo al próximo entrenador.
Se viene Banfield de local y luego un receso por Copa América con semanas clave para el trabajo del futuro entrenador del club que tiene el desafío de poner de pie al Rojo con fútbol. El único camino que siempre nos llevó a buen puerto.