Flick, ante un desafío histórico
Sus antecesores alemanes en el Barcelona, Weisweiler y Lattek, tuvieron que lidiar con estrellas como Cruyff y Maradona. Su gran reto, acabar de pulir a Lamine Yamal, que está en el año de su gran eclosión.
No les fue demasiado bien a sus antecesores alemanes, así que a Flick también le tocará luchar contra la historia. Tiene por delante un desafío histórico. El primer técnico alemán que llegó al Barça fue Hennes Weisweiler, en la temporada 1975-76 en sustitución de Rinus Michels. Aterrizó con prestigio y sin nada que demostrar porque llegó después de triunfar en el Borussia Mönchengladbach, con el que ganó Bundesliga y UEFA. De carácter fuerte, sus métodos y personalidad no acabaron de encajar. Chocó con Johan Cruyff, al que no quería darle tanta libertad en el terreno de juego y el enfrentamiento se calentó hasta el punto que el holandés planteó un plebiscito entre él y el entrenador. Cruyff lo ganó (tenía afición y compañeros a su favor) y fue relevado por Laureano Ruiz.
El Barcelona no volvería a apostar por un técnico alemán hasta 1981. El elegido fue Udo Lattek, que también había cosechado éxitos en el Bayern de Múnich y el Borussia Mönchengladbach. En su primera temporada estuvo a punto de ganar LaLiga pero una mala racha final permitió que la Real Sociedad se llevara el título. Eso sí, consiguió la Recopa de Europa en una final ganada en el Camp Nou contra el Standar de Lieja. En su afán por lograr el título de Liga, en la temporada siguiente el Barça firmó a Diego Armando Maradona. Junto con Schuster se pensó que el campeonato no se podría escapar.
Pero Lattek fue despedido después de perder contra el Racing de Santander en casa cuando todavía todo estaba por decidirse. La directiva creyó que trayendo a Menotti, más cercano a Maradona que Lattek, las cosas mejorarían.
Hansi Flick no se encontrará con futbolistas de tanto peso como Cruyff y ‘El Pelusa’ en el Barça actual así que no deberá lidiar con problemas de egos desmesurados. La máxima estrella actual es Lewandowski, con el que el técnico ya coincidió en el Bayern y con el que mantiene buena relación. Xavi y el polaco se fueron perdiendo confianza hasta el punto que el egarense apostaba por traspasarlo este verano. Con Flick, ‘Lewy’ no estará en discusión.
Sin ‘Galácticos’, el gran reto de Flick será gestionar la eclosión de Lamine Yamal. Después de sorprender en la pasada temporada, la que empezará en breve se prevé como la de su absoluta consagración. Pese a su enorme talento, que lo lleva a la Eurocopa, Lamine todavía tiene margen de mejora, especialmente a nivel táctico y en toma de decisiones, y recaerá en el entrenador alemán acabar de pulir al mayor diamante que tiene hoy en día el Barcelona.
