EURO 2024 | PAÍSES BAJOS 2 - AUSTRIA 3 / Austria da la campanada
La selección de Rangnick pasa como primera de grupo por delante de Francia y Países Bajos tras ganar 2-3 a los neerlandeses en un partido que dominó en la primera parte y que se rompió en la segunda. La ‘Oranje’, tercera.
Los primeros cinco minutos ya empezaron bien fuertes para Países Bajos, con una selección austriaca dominante, intensa en la presión y precisa cuando la recibía. Se los estaban comiendo y no sabían reaccionar. Este inicio finalizó con un gol en propia puerta, como si de una metáfora del planteamiento de Koeman se tratase. Arnautovic, de 10 recibiendo entre la defensa y Schouten, quien siempre pudo haber estado más atento, dio con Prass, quien centró para que Malen le colase el balón a Verbruggen en su despeje.
Se empezó a revolver Países Bajos por medio de la conexión Reijnders-Memphis, una de las poquísimas cosas que le están funcionando a Koeman en estas semanas en Alemania. El mediocentro del Milan encontró a Malen con un gran pase en profundidad, pero el delantero del Dortmund le pegó mordida y con la izquierda. La disasterclass de Veerman en el centro del campo estaba siendo tan dura de ver que le cambiaron a los 35 minutos. Eran pocos, pero ya le había dado tiempo a perder 16 balones (el 55% de los que tocó). Xavi Simons a la mediapunta y Reijnders retrasado al doble pivote. Volvió a sufrir la Oranje otro susto, esta vez doble, pero en ambas ocasiones estuvo Verbruggen tan inspirado como en los dos partidos anteriores. Uno de los mejores porteros del torneo.
El marcador dibujaba el 46:11 cuando Gakpo dejó satisfecho a Koeman por la charla que se le había ocurrido en el descanso. Geertruida robó un balón a Grillitsch, el equipo miró hacia delante y vio un horizonte lleno de posibilidades. En la primera parte ya habían hecho bastante daño en las transiciones, con un rapidísimo Malen y el siempre sobrio Reijnders. Pero no se habían visto nunca en un contragolpe tan goloso. Xavi Simons subió el balón y se la cedió a Gakpo, quien recortó a Lienhart y batió a Pentz al palo largo.
Los más de 40.000 neerlandeses que estaban en el Olímpico de Berlín respiraron un poco. No mucho, apenas quince minutos en los que suspiraron por los cabezazos de Van Dijk y De Vrij. Pero Schmid (ayudado por De Vrij, que intentaba despejar) volvió a adelantar a Austria en el marcador aprovechando la desorganización de la defensa oranje, que se preguntaba dónde estaba Van Dijk cuando el extremo derecho remató a placer dentro del área.
Koeman se inventó un cambio de dibujo, con una defensa de tres y Geertruida en el centro del campo. Una especie de 3-1-2-1-3 con rombo para evitar un tercer puesto que les cruzaría con un primero de grupo. La lesión de Malen le obligó a meter a Weghorst, el habitual bombero de esta selección, y mandar a Xavi Simons a la derecha. El plan empezó a ser mucho más simple. Y en uno de esos balones colgados al área, Weghorst se la bajó a Memphis con la cabeza y el 10, muy discutido, terminó metiéndola. El VAR puso el suspense, pero Memphis siempre lo tuvo muy claro: no la había controlado con la mano. No mentía. La secuencia solo fue muslo-abdomen-empeine. Y escuadra.
¿Qué hizo Austria cuando recibió el primero? Contestar con otro. ¿Qué hizo cuando recibió el segundo? Contestar con otro. Van Dijk volvía a quedar señalado rompiendo una línea del fuera de juego que fue el único que no tiró. Con el partido roto, Sabitzer, uno de los mejores del partido, llegó al área con poco ángulo y batió a Verbruggen con la zurda. El gol de Lewandowski entre el 2-2 y el 2-3 hacía que Austria fuese primera. Llegó incluso el 2-4, pero esta vez la defensa neerlandesa sí tiró bien a línea del fuera de juego y el tanto de Baumgartner fue anulado. Pero la victoria se consumó de todas formas. Y la gran campanada de esta Eurocopa ya tiene protagonista. Austria ha ganado uno de los grupos más duros del torneo.