EURO 2024 | Bélgica - Eslovaquia / Primer gran batacazo: Bélgica se la pega ante Eslovaquia

Eslovaquia da la sorpresa tras ganar a Bélgica gracias a un gol de Schranz. El VAR le anuló dos goles a Lukaku, que despertó los fantasmas de Qatar.

Ignacio Camacho
As
Los diablos rojos de Bélgica vivieron un infierno ante Eslovaquia en su primer partido en la Eurocopa de Alemania. Los eslovacos dieron la primera gran sorpresa del torneo derrotando a una de las favoritas, a la que le faltó pegada y a la que le falló, una vez más, el hombre destinado a marcar las diferencias en el área, Romelu Lukaku. Al belga, que falló multitud de ocasiones, le anularon además dos goles. Fue Schranz, delantero del Slavia Praga, el que acabó marcando las diferencias.

La entrada de Carrasco en el once como lateral izquierdo fue reveladora. Tedesco quería que su Bélgica fuera protagonista y mirase hacia delante más que hacia atrás. Calzona, por su parte, tampoco renunció a su genética italiana y, al contrario que su rival, introdujo a un central, Hancko, en el puesto del lateral zurdo. Bélgica rozó dos veces el gol en los primeros minutos, pero en ambas Lukaku perdonó ante Dubravka. Los fantasmas del Mundial de Qatar, en el que belga se fue de vacío, empezaron a acechar al delantero de la Roma, que en la jugada siguiente vio como su equipo pagó caro sus fallos. En un error garrafal en la salida de balón, Doku le regaló la pelota en el área a Schranz, que de primeras se la cedió a Kucka para que chutara a portería. Casteels detuvo el disparo, pero no pudo hacer nada ante el rechace de Schranz. Más de alguno se acordaría de Courtois, pero la verdad es que poco pudo hacer el portero del Al Qadsiah.



Solo habían pasado seis minutos y el partido ya se jugaba en el escenario preferido de Eslovaquia, que se encuentra más cómodo defendiendo un resultado que yendo a por él. Los belgas, por su parte, vencieron el campo hacia el lado de Carrasco y Trossard con la idea de que la calidad técnica de ambos creara desequilibrios en la defensa eslovaca. Sin embargo, los diablos rojos parecieron angelitos en los metros finales y apenas increparon a Dubravka en la primera parte.

Dos goles anulados

Tras el descanso, Tedesco cambió de banda a Trossard y Doku, que estaban a pie cambiado, para intentar llegar al área por fuera. El del City se mostró más incisivo que el del Arsenal, más acostumbrado a jugar por dentro. El problema de buscar tanto los costados es que De Bruyne participa menos en el juego y eso siempre es una mala noticia. Eslovaquia, por su parte, aprovechaba cualquier mínimo espacio para probar de lejos a Casteels.

Con Bélgica cada vez más cerca del área, Lukaku vio en el 56′ como la tarde se le ponía aun más en contra cuando el VAR le quitó el gol del empate por rematar en fuera de juego. No era su día, como en otras tantas grandes ocasiones en las que su equipo necesitó de sus goles. Cada oportunidad desperdiciada hacía crecer el runrún sobre él. Pero no fue el único que falló. En el 62′, Hancko evitó sobre la línea un gol cantado de Doku, que eligió mal por donde empujar la pelota con Dubravka ya vencido. El colmo para Lukaku llegó en los minutos finales, cuando marcó gol después de un centro de Openda, pero que volvió a ser anulado por el VAR. Esta vez, el árbitro consideró que el extremo del Leipzig se acomodó el balón con la mano antes de centrar a su compatriota. Lukaku no lo podía creer. El resto del mundo, sí.




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