Esta gran Suiza nació de una pelea entre Xhaka y Yakin

Hace meses, el capitán creó una crisis al quejarse de los entrenamientos. De allí nació una amistad y una equipo que vive su mejor momento.

José A. Espina
As
Faltan horas para que Suiza elimine a Italia de la Eurocopa y en la sala de Prensa del Olympiastadion de Berlín un periodista transalpino inquiere al seleccionador Murat Yakin sobre la ‘difícil’ relación que mantiene con su capitán, Granit Xhaka. “No permitiré que se cree un ambiente en nuestra contra. Granit y yo tenemos una relación perfecta”, responde Yakin desairado. “Ésa es una vieja historia”.

Realmente, no se puede calificar como ‘viejo’ el desencuentro que vivió uno de sus momentos más críticos hace apenas unos meses, en septiembre de 2023, cuando tras un inesperado empate en Kosovo (2-2) el centrocampista del Bayer Leverkusen se quejó de “la poca intensidad” que habían tenido los entrenamientos durante la semana. Aquello levantó una polvareda mediática de la que a Suiza le costó recuperarse.

“Un Granit Xhaka con más de 100 partidos internacionales tiene derecho a decir lo que piensa”, afirmaba entonces uno de los mitos de la selección suiza, Alex Frei. Mientras, Hakan Yakin, el talentoso exinternacional que es hermano del seleccionador, le contestaba: “A todos los que ahora dicen que Granit puede decir lo que quiera: ¿Qué pasaría si uno de sus jugadores critica su entrenamiento en los medios?”.

Espíritu libre, Hakan tiene por cierto un amplio historial de desaires a sus superiores cuando era futbolista. Y lo reconoce, aunque: “Como yo, Xhaka es un jugador que dice lo que piensa. Pero si el entrenador es atacado por un futbolista espero palabras claras del director deportivo, en este caso del de Suiza, Pierluigi Tami. Que deje claro cómo es la jerarquía. Esperaba más apoyo. Y que Tami hable en consecuencia hacia los jugadores que critican”.

Pierluigi Tami no habló. Pero a Murat Yakin no le hizo falta. Lo resolvió con las maneras de hombre tranquilo que han caracterizado su periplo en la selección, que comenzó a dirigir en 2021. Sin contestar a Xhaka de manera pública y, poco a poco, ganándose la confianza del futbolista, capitán de Suiza y el que más partidos internacionales ha disputado durante su historia, 128. No son pocas las veces que durante estas semanas de Eurocopa, en la concentración de Waldau (cerca de Stuttgart), capitán y técnico han sido cazados en largas conversaciones sobre el césped.

De aquella discrepancia en septiembre, que no era la primera entre ambos, ha nacido la amistad y, a su cobijo, una selección Nati a la que muchos califican ya como la más ilusionante de siempre. Por resultados, pues acaba de igualar los cuartos de final de la Euro 2021 (la eliminó España) que figuraban como mejor resultado histórico en un gran torneo. Y sobre todo, por madurez y sensaciones de equipo. Yakin dirige silenciosamente y Xhaka ordena y manda sobre el campo a un elenco de veteranos con mucho que decir aún como Schär, Sommer, Ricardo Rodríguez o Freuler; de futbolistas en su prime como Akanji, Vargas, Embolo o Aebischer. Y de otros más jóvenes, Ndoye por ejemplo, al que apuntan ya clubes gigantes como el Manchester United.

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