COPA AMÉRICA | URUGUAY Valverde es un avión
El ‘Pajarito’ se ha erigido como la nueva gran figura de la Uruguay de Bielsa. Tras una temporada sobresaliente en Madrid, la Copa América saca su mejor versión
El ‘Pajarito’ vuela alto en Estados Unidos. Su importancia en la Celeste va creciendo partido a partido, semana a semana, entrenamiento a entrenamiento. En Uruguay ya es el mejor, y además con diferencia. En esta Copa América se ha erigido como uno de los jugadores más sólidos a nivel defensivo, de los que más balones recupera en campo rival, pero en ataque tampoco se queda corto. Segundo jugador que más tira a puerta de su selección, solo por detrás de otra bestia de la naturaleza como Darwin Núñez, el cuarto en todo el torneo (Darwin, Messi y Kendry Páez), el 15 ha sabido sacarle partido al cañón que tiene como pierna derecha, esa que tanto enamoró en el Real Madrid.
Valverde es un todoterreno incansable. Parte fundamental para el esquema del Real Madrid desde hace varias temporadas, ahora es intocable para Ancelotti. La retirada de Kroos, de quien hereda su dorsal, el ocho, dará más responsabilidades a un jugador que esta temporada ‘apenas’ disputó 4.402 minutos. Asentado en la élite como uno de los mejores en su puesto, un ‘box to box’ moderno que no tiene nada que envidiar a otros como Rodri o De Bruyne, en Uruguay despega como en Europa.
Resurrección en América
Antes de la Copa América y tras un arranque de la era Bielsa sobresaliente, el estado de forma de Uruguay llegó a preocupar a la prensa. La derrota ante Cosa de Marfil y el empate ante Costa Rica en los últimos parones dejó en evidencia a la nueva guardia pretoriana. Todas las críticas se centraron en Fede Valverde al que, a pesar de no sobresalir, los fans llevan pidiéndole dar un paso al frente desde antes del Mundial de Qatar.
“Siempre estoy en un punto en el que juego 10 o soy criticado, estoy acostumbrado. Sé que hay veces que tengo que mejorar muchas cosas. Soy el primero en ser autocrítico”, comentó tras el choque contra los del altiplano. Pero todo ha cambiado. Ahora Fede, como en el Madrid, es intocable. Fede contaba con apenas 12 años cuando disfrutó del último título de Uruguay en la máxima competición sudamericana. En el país con una de las mayores tradiciones futboleras del continente, y eso que apenas cuenta con menos de cuatro millones de habitantes, se encomiendan en el ‘pibito’ que creció en Peñarol y se consagró en Madrid para volver a soñar.