COPA AMÉRICA | ECUADOR 3-JAMAICA 1 / Kendry Páez, historia en América

El diez guía a Ecuador a la victoria ante Jamaica convirtiendo de penalti. El cuadro Tricolor sigue con vida en la Copa América, al menos de momento.

Eduardo Burgos Rodríguez
As
Kendry Páez ya es historia de Sudamérica. El diez de Ecuador convirtió de penalti en la goleada de la Tricolor ante Jamaica para convertirse en el segundo goleador más joven de la historia de la Copa América -17 años y 53 días-, solo por detrás del colombiano Johnnier Montaño -16 años y 171 días, Argentina 1999-. Ecuador se va de Las Vegas salvando una bola de partido, pero aún con trabajo por hacer. La clasificación se ve cerca, pero no está cerrada.

Algo se cuece dentro de Ecuador. No es normal que un juvenil de solo 17 años ya sea tan importante para una selección de tanta historia como la sudamericana. Como tampoco es normal que esté jugando una Copa América cursando la ESO, como Lamine Yamal. Ya no es solo que Kendry vaya de récord en récord -y tira porque le toca-. Es la futura estrella, la nueva esperanza del país, título muy pesado para cualquiera que lo haya tenido. El juego de Ecuador pasa por sus botas, canaliza las transiciones de defensa ataque. Si Endrick es el hombre de moda en Brasil, Kendry lo es un poco más al oeste. El ‘Messi ecuatoriano’ sigue dando de qué hablar.

Nada más arrancar el partido probó que la edad, cuando se trata de fútbol, no es más que un simple número. El diez falló un mano a mano claro contra Waite. Lejos de desanimarse, el diez solo se veía más y más animado. En el ambiente se notaba que el partido estaba hecho para él. Jamaica, gran sorpresa de esta Copa América, no supo por dónde le iba a llegar. Ecuador encontró a su cuarteto de jazz -uno de los géneros con más tradición en Las Vegas- en Piero Hincapie, Moisés Caicedo, Sarmiento y el propio Paéz. A los Reggae Boys no les quedó otra que hacer un ejercicio de supervivencia durante todo el primer acto.

Ecuador llegaba, las ocasiones se sucedían, pero la pelota no quería entrar. Hasta que la providencia ‘asistió’ a Hincapie. Un centro-chut envenenado irrepetible, por más veces que se intente replicar, se coló pasando el travesaño jamaicano. Pero el foco se lo terminó por llevar Kendry Páez. Al filo del descanso, el diez convirtió de penalti el segundo de la tarde. Mirada desafiante a Waite, paradinha emulando al mejor Neymar, gol y celebración a lo Cole Palmer. Páez ‘enfrió’ Las Vegas. Entra en los anales de la historia de la Conmebol, una vez más. Ecuador se encontraba en su mejor momento. Era imparable. Para las poco más de 24 mil almas que se dieron cita en el Allegiant Stadium -con capacidad para 65 mil- esta es la Ecuador que quieren ver, con garra, con coraje y con mucho corazón. Pero la felicidad no duró mucho tiempo.

Dudas, sufrimiento y premio

Ecuador echó tierra de por medio a lo trabajado en la primera parte. Las transiciones rápidas dieron paso a las dudas. Las oportunidades en área contraria a sufrimiento en la propia. La esperanza, en angustia. Si en el primer acto la providencia asistió a Hincapie, en el segundo fue el turno para Michail Antonio. Al tanque del West Ham le llovió de la nada un rechace de Torres en el corazón del área, media vuelta con gracia, disparo al palo y gol. Ecuador caía, pero lo peor estaba por llegar.

Jamaica se envalentonó. Quizá, por ver el empate demasiado cerca, demasiado. Ahora era Ecuador la que hacía ese ejercicio de supervivencia. Hincapie se erigió el líder de una Ecuador con una rodilla flexionada, tomando aire en la cuenta regresiva del árbitro. Uno de los pupilos predilectos de Xabi Alonso en el ‘Neverlusen’, este era su momento. Estaba en todos lados, mientras que en una jugada atacaba como interior, en la otra bajaba como Usain Bolt para cortar una contra. Llegó a todo, y cuando no pudo el VAR lo hizo por él. El videoarbitraje anuló un potencial penalti que, esta vez sí, hubiera hundido al Tricolor.

Cuando peor estaba Ecuador, cuando todo parecía esta abocado al empate, otro juvenil salió para salvar los muebles. Al filo del descuento, y cuando Jamaica rozaba el segundo, una carrera imparable de Alan Minda difuminó la nube en la que estaban los Reggae Boys. Un contragolpe letal made in Ecuador que vale tres puntos. El cuadro Tricolor sigue con vida en la Copa América, sí, pero aún queda un último trabajo por hacer.


Entradas populares