COPA AMÉRICA | BRASIL / Brasil: Vini y Rodrygo no bastan
El empate ante Estados Unidos a días de arrancar la Copa América deja más interrogantes que certezas en la ‘Seleção’. A Dorival le falta pulir el equipo.
Brasil se aferra al acierto y olfato goleador de los dos madridistas para poder dar la sorpresa. Tanto Vini como Rodrygo tuvieron opciones de ver su nombre en el marcador en Orlando, el último por partida doble e incluso triple. El diez fue el mejor del partido para los medios brasileños por méritos más allá del gol. Incisivo en ataque, con fluidez en el juego entre líneas, ‘Rodry’ cargó con el peso del ataque, cuatro tiros y un tanto, o lo que es lo mismo, un 25% de efectividad, en pos de un Vini eléctrico, pero con la mira desajustada. En total, Brasil probó fortuna hasta en 25 ocasiones, 12 entre los tres palos, pero ya fuera por fortuna o por Turner, una nueva victoria se hizo de rogar.
A pesar de las sensaciones, muy agridulces, Dorival pide calma con su ataque. Consciente de la juventud de los blancos, el técnico sabe que necesita más tiempo para que puedan brillar en Brasil de la misma forma que hacen en España. “De a poco se van encontrando, pero dentro de sus características. Vini aparece de repente como lo hace en el Real Madrid. Creo que eso va a pasar en los momentos más importantes y decisivos de la Copa América. Rodrygo viene evolucionando, en cuantos más partidos participe, más importante será. Las posibilidades de gol se amplían”, comentó el técnico.
Las opciones de Dorival en el banquillo son variadas, desde suplentes de lujo como Savinho o Martinelli, pasando por la nueva esperanza del nueve, Endrick, hasta los menos conocidos, Pêpe y Evanilson. Un Brasil ultraofensivo es una de las opciones que se podrían llegar a barajar en algún momento de la competición, siempre y cuando el partido así lo precise. Desde jugar con cuatro delanteros, con Rodrygo y Vini, ya inamovibles para el técnico, acompañados por Endrick y Raphinha como una de las opciones que más peso irá cogiendo en las próximas semanas.
En busca del once perfecto
La era Dorival en la Canarinha ha empezado con buen pie. Con apenas cuatro partidos disputados, aún no se pueden sacar conclusiones. Brasil aún necesita madurar, encontrar su juego y, sobre todo, encontrar su esquema. “El equilibrio aún no existe. Dos partidos. Nadie hace magia, no pasa. Encontraremos ese equilibrio con un poco más de rodaje, entrenamientos y mucho trabajo. No tengo dudas de que vamos a mejorar”, comentó Dorival tras el partido en Orlando.
“Siempre es difícil encontrar el equilibrio porque estamos empezando. Gracias a Dios nos fue muy bien en los dos amistosos de la pasada ventana internacional, así que eso nos ha dado un poco más de tranquilidad ahora. Todavía es pronto. Estamos asimilando las ideas, el equipo se está adaptando, pero creo que lo estamos haciendo bien. Vamos por el buen camino. Estamos creando muchas ocasiones. Ahora tenemos que llegar a la Copa América, transformar en goles las ocasiones que estamos creando y mejorar también en defensa”, comentó Rodrygo, en sintonía con el nuevo técnico.
El último ciclo de éxitos de la Canarinha, el de Tité, el ahora técnico de Flamengo cambió el once en tres ocasiones en sus cuatro primeros partidos en el último semestre de 2016, pero ahí al menos tenía una base más o menos formada. A diferencia de ese ciclo, Tité contaba en su plantilla con jugadores asentados en la élite como Dani Alves, João Miranda, Marquinhos, Filipe Luis, Casemiro, Fernandinho Willian, Gabriel Jesús o Neymar.
La historia con Dorival es bien diferente. El técnico solo tiene definido su tridente (Vini, Rodyrgo y Raphinha), aunque también podría cambiar si Endrick termina por echar la puerta abajo. En las demás disposiciones Brasil cojea. En el medio, solo Bruno Guimarães es intocable, aunque Paquetá también lo sería si la FA termina por encontrarle inocente. Pero la defensa será el gran quebradero de cabeza de cara a la Copa América. Dorival aún tiene que definir quién será la pareja de baile de Marquinhos, intocable por estatus, con Beraldo ganando enteros por ser la apuesta personal del técnico.