Cómo funciona el sistema de alerta de velocidad máxima que será obligatorio en Europa
Utilizando la tecnología de las asistencias a la conducción, cada auto 0km que se venda en Europa desde el 7 de julio tendrá que alertar al conductor de la velocidad máxima permitida en todo momento. Cada marca puede elegir entre dar sólo una alerta o aplicar la reducción de la velocidad
Es aquí donde el uso de la Inteligencia Artificial y el Machine Learning intervienen para que una computadora registre millones de datos y los procese de modo de contribuir a una conducción más segura. Pero ese es el primer paso para que lo que hoy es un poderoso sistema de asistencia a la conducción, termine siendo uno que prescinda del conductor humano completamente.
Ese desarrollo tiene etapas intermedias. El asistente para la corrección del carril, el control de crucero adaptativo o el freno autónomo de emergencia, han ido perfeccionando su funcionamiento hasta tener una precisión inimaginable tan sólo cinco años atrás.
En la misma dirección, a partir del 7 de julio de este año, todos los autos nuevos que se vendan en Europa deberán estar equipados con un dispositivo que alerte al conductor cuando se supera la velocidad máxima permitida al camino o calle por la que están circulando. El sistema tiene un nombre, se llama Intelligent Speed Assistance (ISA), que traducido al español es un asistente inteligente de velocidad, y no será un limitador sino sólo un aviso.
Su funcionamiento ya está aplicado a los autos de nueva homologación que se fabrican en los países de la Unión Europea desde mediados de 2022, es decir sobre nuevos modelos que salieron al mercado a partir de esa fecha. Sin embargo, lo que comenzará a regir desde el mes próximo, es que todos los autos 0km que se vendan, incluso lo que fueron diseñados antes de 2022 y sólo se trata de unidades nuevas que se producen ahora, deberán contar con esa tecnología.
El funcionamiento del ISA se consigue utilizando una cámara que lee las señales de tránsito de la vía pública y el GPS que ubica el auto por geolocalización, de modo de poder determinar el lugar en el que está y la velocidad a la que circula. Si bien los autos tienen su propio medidor de velocidad en el cuadro de instrumentos, la posición no se puede determinar de otro modo que con GPS. Así se consigue un doble chequeo, ya que no siempre hay señales de tránsito visibles o si las hay podrían no ser detectadas por la cámara delantera si por ejemplo el automóvil va muy cerca de otro de mayor tamaño en la vía por la que circula.
De todos modos, la aplicación del ISA no necesariamente sea la misma para todos los fabricantes, quienes para cumplir con la norma 2021/1958 de la UE, pueden optar por distintos modos de aviso.
Hay una base única para todos que se denomina SLIF, que es la encargada de informar al conductor la velocidad máxima permitida una vez que el auto supera los 5 km/h. Pero después, las marcas podrán optar por un funcionamiento denominado SLWF, una alerta que puede ser sonora y/o visual y/o de vibración sobre el pedal del acelerador, que se activará 1,5 segundos después de haber superado la velocidad máxima permitida y tendrá una duración máxima de 5 segundos o hasta que se baje la velocidad hasta volver al valor permitido.
El otro modo de funcionamiento se llama SCF y este sí funciona como un limitador real, ya que reduce la velocidad automáticamente hasta volver a dejar el vehículo dentro de las normas viales permitidas de circulación. Cualquiera de estas dos funciones se podrán desactivar, salvo la inicial de aviso de la velocidad máxima permitida. Sin embargo, esto es únicamente a los efectos de darle total control del auto al conductor humano, por lo cual cada vez que el automóvil se detenga y vuelva a arrancar, el sistema estará activo nuevamente.